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sábado, 12 de agosto de 2017

El Maestre habla CIENCIA Y RELIGIÓN conforma hoy con afirmaciones sin pruebas. El espíritu crítico se ha desarrollado de tal manera que una religión cuyas enseñanzas comprendan únicamente afirmaciones no respaldadas por argumentos racionales parece anticuada, caduca y hasta se le reprocha a veces como un obstáculo para el progreso social. Ciencia y Religión han llegado a separarse y la primera desprecia a la segunda, no obstante los esfuerzos de ésta para quedarse en la norma científica, aunque la Fe no puede en ningún caso mezclarse con el razonamiento, con el análisis y por consiguiente con la Ciencia. La fuerza de la religión reside en su inmutabilidad; sin embargo, la Iglesia ya no puede condenar los descubrimientos científicos tales como: la forma de la tierra, su movimiento alrededor del sol, la naturaleza de las estrellas, la antigüedad del mundo, etc. Debe sufrir por consiguiente variaciones en su enseñanza, necesidad que se impone en ella como las transformaciones en las especies vivas. Esta ley de sufrir una metamorfosis es el principio mismo de la vida; ¿y no es acaso la religión la vida misma manifestada en su forma más alta, la del espíritu? La religión ha tenido ya en el pasado, varios de estos cambios bruscos, pero los hombres al cumplir los nuevos ritos o al acoger la nueva forma religiosa, no se han dado cuenta de que era la misma que se transformaba, que tornaba revestida de un traje mejor adaptado a sus nuevas necesidades intelectuales y espirituales. En realidad, las formas sucesivas de la Gran Religión Tradicional nacida en Occidente hace algunos milenios, están todas unidas al mismo esoterismo que se encuentra inmutable a través de ellas, esoterismo que constituye el cuadro indeformable: la trama en que están construidas. El que ha penetrado en las partes subterráneas de la Iglesia advierte que es sobre las mismas bases que se elevan sucesivamente los Templos en donde han venido a orar los hombres. Esto se dice tanto en el sentido figurado como en el sentido propio; en efecto el símbolo de esta frase cae bajo el dominio del Iniciado que comprende que todas las Religiones descansan sobre las mismas bases, sobre algunos principios, siempre los mismos, y que no se diferencian más que por manifestaciones exteriores según las concepciones relativas a las épocas y a los lugares. En el sentido propio, esto no tiene menos valor cuando se piensa en la Iglesia de San Clemente de Roma, edificada sobre una cripta antigua bajo la cual se encuentra un santuario mitríaco, o aún en la catedral de Chartres, cuya cripta contiene un pozo sagrado del tiempo de los Druidas; otra curiosidad es la catedral de Nuestra Señora de París, construida sobre una capilla de los Templarios. Y los ejemplos así, son numerosos. En realidad, las fundaciones espirituales son invisibles y solamente algunos privilegiados están en posesión de las Claves de estos Grandes Misterios que rigen el mundo desde hace milenios. Vamos a tratar de levantar el Velo sagrado, puesto que ha llegado el momento de preparar las Vías hacia la Nueva Era. El exoterismo, esta parte de la enseñanza ofrecida al mundo, evidentemente no es más que una imagen, porque es necesario el sentido figurado para hacer comprender a los profanos los grandes Problemas. En la religión, las parábolas dan una parte de la luz preciosa de las Verdades y naturalmente la educación religiosa, compuesta de palabras sencillas, de explicaciones claras, concibe muy bien, por ejemplo, que es imposible explicar los misterios del casamiento a un niño de diez años. En suma, el exoterismo es lo que se aprende corrientemente desde el catecismo de la parroquia hasta las aulas de la Universidad. El esoterismo, al contrario, es reservado a algunos privilegiados: Instructores, Maestros e Iniciados, estando sin embargo, autorizado a todo el mundo. "Buscad y encontraréis", se ha dicho. Esos conocimientos están reservados a algunos seres predispuestos, dicen algunos. Ello es falso. Hay que esforzarse para comprender el sentido oculto de las grandes enseñanzas. No todas las grandes verdades pueden ser divulgadas completamente, según reza el viejo adagio: "No deis margaritas a los puercos". En efecto, el buen juicio de los hombres hace falta. Evidentemente se encuentra la fe que no exige explicaciones, pero en este caso se trata de elegidos. Al lado de ellos hay quienes buscan, quienes dudan, y que no piden sino luz, y mientras no volvamos a la Escuela Iniciática de antaño en que la Ciencia y la Religión iban de la mano, el mundo se quedará sumido en la oscuridad de la ignorancia. Sin embargo, henos aquí en una época calificada de Era Atómica y que deja entrever todas las posibilidades ignoradas hace apenas cien años, pero que podían muy bien ser perfectamente conocidas algunos siglos antes de Cristo. Al hablar de Dios es al cielo que vemos, pues desde las primeras edades el hombre ha elevado sus miradas hacia la bóveda celeste, y es que las miríadas de estrellas han debido intrigarlo (sabemos ahora que existe como un centenar de millones, de las cuales 6.000 más o menos son visibles a simple vista). Cuando uno se eleva hacia estos problemas, ¿cómo no extasiarse al encontrar tantos paralelos que nos hacen comprender la homogeneidad del Gran Todo? Macrocosmo y Microcosmo están estrechamente ligados y el Dr. Lavezzeri ya reveló las curiosas relaciones que existen entre la vida astronómica y la vida humana. Las 72 pulsaciones del hombre de buena salud corresponden a los 72 años que emplea el sol para desplazarse un grado a través del cielo. El corazón late 4 veces cuando respiramos una vez, es decir, que el número de respiraciones es de 18 por minuto, lo que corresponde a las 4 estaciones y a los 18 años de la nutación del eje terrestre bajo la influencia lunar. En cuanto a las 25.920 respiraciones en 24 horas, nos hacen pensar en la precesión de los equinoccios, por el número de años del famoso gran Ciclo, al fin del cual las constelaciones cierran su vuelta Zodiacal; de allí derivan también las grandes Eras precesionales: (25.920 / 12 =2.160 años por signo) así de 4.320 a 2.160 antes de la era cristiana, el Ciclo de TAURUS simbolizó a Egipto, la Caldea, etc. Después vino la era de ARIES que transformó la religión: Moisés prohibió a los hebreos adorar el Becerro de Oro (el Buey Apis). La Era Cristiana corresponde al sol penetrando desde el año I de la era en el nuevo signo de PISCIS (¿No tenía Jesús este emblema?). Naturalmente este simbolismo no es de una precisión absoluta, pero hay que hacer notar que grandes Ciclos marcan la historia de los pueblos. Evidentemente la historia de la humanidad no está cortada en fragmentos iguales pues todo el mundo sabe que el Invierno entra un poco en la Primavera; que el Verano se extiende a menudo sobre el Otoño; por consiguiente el hecho de pasar a otro signo no implica una renovación brusca; no obstante, todas las Grandes Civilizaciones están caracterizadas por este movimiento precesional, lo que hace decir a muchos que nos acercamos a la Edad de Oro. La Era del AQUARIUS debe efectivamente simbolizar un ciclo nuevo de 2.000 años más o menos y marcar una renovación. Algunos se basan para enunciarla como consecuencia del descubrimiento de la desintegración del átomo, calificando nuestra época de Edad Atómica, lo que puede ser simbolizado por el planeta URANO que caracteriza los acontecimientos bruscos y gobierna justamente el signo del AGUADOR (Acuario). La Venida del Gran Instructor del Mundo Otros apoya sus pronósticos en las Escrituras.

El Maestre habla
CIENCIA Y RELIGIÓN  
Tanto en la religión como en todas las líneas del humano vivir, el pensamiento del hombre evolucionando a través de los siglos ya no se conforma hoy con afirmaciones sin pruebas. El espíritu crítico se ha desarrollado de tal manera que una religión cuyas enseñanzas comprendan únicamente afirmaciones no respaldadas por argumentos racionales parece anticuada, caduca y hasta se le reprocha a veces como un obstáculo para el progreso social. Ciencia y Religión han llegado a separarse y la primera desprecia a la segunda, no obstante los esfuerzos de ésta para quedarse en la norma científica, aunque la Fe no puede en ningún caso mezclarse con el razonamiento, con el análisis y por consiguiente con la Ciencia. La fuerza de la religión reside en su inmutabilidad; sin embargo, la Iglesia ya no puede condenar los descubrimientos científicos tales como: la forma de la tierra, su movimiento alrededor del sol, la naturaleza de las estrellas, la antigüedad del mundo, etc. Debe sufrir por consiguiente variaciones en su enseñanza, necesidad que se impone en ella como las transformaciones en las especies vivas. Esta ley de sufrir una metamorfosis es el principio mismo de la vida; ¿y no es acaso la religión la vida misma manifestada en su forma más alta, la del espíritu? La religión ha tenido ya en el pasado, varios de estos cambios bruscos, pero los hombres al cumplir los nuevos ritos o al acoger la nueva forma religiosa, no se han dado cuenta de que era la misma que se transformaba, que tornaba revestida de un traje mejor adaptado a sus nuevas necesidades intelectuales y espirituales. En realidad, las formas sucesivas de la Gran  Religión Tradicional nacida en Occidente hace algunos milenios, están todas unidas al mismo esoterismo que se encuentra inmutable a través de ellas, esoterismo que constituye el cuadro indeformable: la trama en que están construidas. El que ha penetrado en las partes subterráneas de la Iglesia advierte que es sobre las mismas bases que se elevan sucesivamente los Templos en donde han venido a orar los hombres. Esto se dice tanto en el sentido figurado como en el sentido propio; en efecto el símbolo de esta frase cae bajo el dominio del Iniciado que comprende que todas las Religiones descansan sobre las mismas bases, sobre algunos principios, siempre los mismos, y que no se diferencian más que por manifestaciones exteriores según las concepciones relativas a las épocas y a los lugares. En el sentido propio, esto no tiene menos valor cuando se piensa en la Iglesia de San Clemente de Roma, edificada sobre una cripta antigua bajo la cual se encuentra un santuario mitríaco, o aún en la catedral de Chartres, cuya cripta contiene un pozo sagrado del tiempo de los Druidas; otra curiosidad es la catedral de Nuestra Señora de París, construida sobre una capilla de los Templarios. Y los ejemplos así, son numerosos. En realidad, las fundaciones espirituales son invisibles y solamente algunos privilegiados están en posesión de las Claves de estos Grandes Misterios que rigen el mundo desde hace milenios.   Vamos a tratar de levantar el Velo sagrado, puesto que ha llegado el momento de preparar las Vías hacia la Nueva Era. El exoterismo, esta parte de la enseñanza ofrecida al mundo, evidentemente no es más que una imagen, porque es necesario el sentido figurado para hacer comprender a los profanos los grandes Problemas. En la religión, las parábolas dan una parte de la luz preciosa de las Verdades y naturalmente la educación religiosa, compuesta de palabras sencillas, de explicaciones claras, concibe muy bien, por ejemplo, que es imposible explicar los misterios del casamiento a un niño de diez años. En suma, el exoterismo es lo que se aprende corrientemente desde el catecismo de la parroquia hasta las aulas de la Universidad.  El esoterismo, al contrario, es reservado a algunos privilegiados: Instructores, Maestros e Iniciados, estando sin embargo, autorizado a todo el mundo. "Buscad y encontraréis", se ha dicho. Esos conocimientos están reservados a algunos seres predispuestos, dicen algunos. Ello es falso. Hay que esforzarse para comprender el sentido oculto de las grandes enseñanzas. No todas las grandes verdades pueden ser divulgadas completamente, según reza el viejo adagio: "No deis margaritas a los puercos". En efecto, el buen juicio de los hombres hace falta. Evidentemente se encuentra la fe que no exige explicaciones, pero en este caso se trata de elegidos. Al lado de ellos hay quienes buscan, quienes dudan, y que no piden sino luz, y mientras no volvamos a la Escuela Iniciática de antaño en que la Ciencia y la Religión iban de la mano, el mundo se quedará sumido en la oscuridad de la ignorancia. Sin embargo, henos aquí en una época calificada de Era Atómica y que deja entrever todas las posibilidades ignoradas hace apenas cien años, pero que podían muy bien ser perfectamente conocidas algunos siglos antes de Cristo. Al hablar de Dios es al cielo que vemos, pues desde las primeras edades el   hombre ha elevado sus miradas hacia la bóveda celeste, y es que las miríadas de estrellas han debido intrigarlo (sabemos ahora que existe como un centenar de millones, de las cuales 6.000 más o menos son visibles a simple vista). Cuando uno se eleva hacia estos problemas, ¿cómo no extasiarse al encontrar tantos paralelos que nos hacen comprender la homogeneidad del Gran Todo? Macrocosmo y Microcosmo están estrechamente ligados y el Dr. Lavezzeri ya reveló las curiosas relaciones que existen entre la vida astronómica y la vida humana. Las 72 pulsaciones del hombre de buena salud corresponden a los 72 años que emplea el sol para desplazarse un grado a través del cielo. El corazón late 4 veces cuando respiramos una vez, es decir, que el número de respiraciones es de 18 por minuto, lo que corresponde a las 4 estaciones y a los 18 años de la nutación del eje terrestre bajo la influencia lunar. En cuanto a las 25.920 respiraciones en 24 horas, nos hacen pensar en la precesión de los equinoccios, por el número de años del famoso gran Ciclo, al fin del cual las constelaciones cierran su vuelta Zodiacal; de allí derivan también las grandes Eras precesionales: (25.920 / 12 =2.160 años por signo) así de 4.320 a 2.160 antes de la era cristiana, el Ciclo de TAURUS simbolizó a Egipto, la Caldea, etc. Después vino la era de ARIES que transformó la religión: Moisés prohibió a los hebreos adorar el Becerro de Oro (el Buey Apis). La Era Cristiana corresponde al sol penetrando desde el año I de la era en el nuevo signo de PISCIS (¿No tenía Jesús este emblema?). Naturalmente este simbolismo no es de una precisión absoluta, pero hay que hacer notar que grandes Ciclos marcan la historia de los pueblos. Evidentemente la historia de la humanidad no está cortada en fragmentos iguales pues todo el mundo sabe que el Invierno entra un poco en la Primavera; que el Verano se extiende a menudo sobre el Otoño; por consiguiente el hecho de pasar a otro signo no implica una renovación brusca; no obstante, todas las Grandes Civilizaciones están caracterizadas por este movimiento precesional, lo que hace decir a muchos que nos acercamos a la Edad de Oro. La Era del AQUARIUS debe efectivamente simbolizar un ciclo nuevo de 2.000 años más o menos y marcar una renovación. Algunos se basan para enunciarla como consecuencia del descubrimiento de la desintegración del átomo, calificando nuestra época de Edad Atómica, lo que puede ser simbolizado por el planeta URANO que caracteriza los acontecimientos bruscos y gobierna justamente el signo del AGUADOR (Acuario).  La Venida del Gran Instructor del Mundo Otros apoya sus pronósticos en las Escrituras.
Tanto en la religión como en todas las líneas del humano vivir, el pensamiento del hombre evolucionando a través de los siglos ya no se conforma hoy con afirmaciones sin pruebas. El espíritu crítico se ha desarrollado de tal manera que una religión cuyas enseñanzas comprendan únicamente afirmaciones no respaldadas por argumentos racionales parece anticuada, caduca y hasta se le reprocha a veces como un obstáculo para el progreso social. Ciencia y Religión han llegado a separarse y la primera desprecia a la segunda, no obstante los esfuerzos de ésta para quedarse en la norma científica, aunque la Fe no puede en ningún caso mezclarse con el razonamiento, con el análisis y por consiguiente con la Ciencia. La fuerza de la religión reside en su inmutabilidad; sin embargo, la Iglesia ya no puede condenar los descubrimientos científicos tales como: la forma de la tierra, su movimiento alrededor del sol, la naturaleza de las estrellas, la antigüedad del mundo, etc. Debe sufrir por consiguiente variaciones en su enseñanza, necesidad que se impone en ella como las transformaciones en las especies vivas. Esta ley de sufrir una metamorfosis es el principio mismo de la vida; ¿y no es acaso la religión la vida misma manifestada en su forma más alta, la del espíritu? La religión ha tenido ya en el pasado, varios de estos cambios bruscos, pero los hombres al cumplir los nuevos ritos o al acoger la nueva forma religiosa, no se han dado cuenta de que era la misma que se transformaba, que tornaba revestida de un traje mejor adaptado a sus nuevas necesidades intelectuales y espirituales. En realidad, las formas sucesivas de la Gran  Religión Tradicional nacida en Occidente hace algunos milenios, están todas unidas al mismo esoterismo que se encuentra inmutable a través de ellas, esoterismo que constituye el cuadro indeformable: la trama en que están construidas. El que ha penetrado en las partes subterráneas de la Iglesia advierte que es sobre las mismas bases que se elevan sucesivamente los Templos en donde han venido a orar los hombres. Esto se dice tanto en el sentido figurado como en el sentido propio; en efecto el símbolo de esta frase cae bajo el dominio del Iniciado que comprende que todas las Religiones descansan sobre las mismas bases, sobre algunos principios, siempre los mismos, y que no se diferencian más que por manifestaciones exteriores según las concepciones relativas a las épocas y a los lugares. En el sentido propio, esto no tiene menos valor cuando se piensa en la Iglesia de San Clemente de Roma, edificada sobre una cripta antigua bajo la cual se encuentra un santuario mitríaco, o aún en la catedral de Chartres, cuya cripta contiene un pozo sagrado del tiempo de los Druidas; otra curiosidad es la catedral de Nuestra Señora de París, construida sobre una capilla de los Templarios. Y los ejemplos así, son numerosos. En realidad, las fundaciones espirituales son invisibles y solamente algunos privilegiados están en posesión de las Claves de estos Grandes Misterios que rigen el mundo desde hace milenios.   Vamos a tratar de levantar el Velo sagrado, puesto que ha llegado el momento de preparar las Vías hacia la Nueva Era. El exoterismo, esta parte de la enseñanza ofrecida al mundo, evidentemente no es más que una imagen, porque es necesario el sentido figurado para hacer comprender a los profanos los grandes Problemas. En la religión, las parábolas dan una parte de la luz preciosa de las Verdades y naturalmente la educación religiosa, compuesta de palabras sencillas, de explicaciones claras, concibe muy bien, por ejemplo, que es imposible explicar los misterios del casamiento a un niño de diez años. En suma, el exoterismo es lo que se aprende corrientemente desde el catecismo de la parroquia hasta las aulas de la Universidad.  El esoterismo, al contrario, es reservado a algunos privilegiados: Instructores, Maestros e Iniciados, estando sin embargo, autorizado a todo el mundo. "Buscad y encontraréis", se ha dicho. Esos conocimientos están reservados a algunos seres predispuestos, dicen algunos. Ello es falso. Hay que esforzarse para comprender el sentido oculto de las grandes enseñanzas. No todas las grandes verdades pueden ser divulgadas completamente, según reza el viejo adagio: "No deis margaritas a los puercos". En efecto, el buen juicio de los hombres hace falta. Evidentemente se encuentra la fe que no exige explicaciones, pero en este caso se trata de elegidos. Al lado de ellos hay quienes buscan, quienes dudan, y que no piden sino luz, y mientras no volvamos a la Escuela Iniciática de antaño en que la Ciencia y la Religión iban de la mano, el mundo se quedará sumido en la oscuridad de la ignorancia. Sin embargo, henos aquí en una época calificada de Era Atómica y que deja entrever todas las posibilidades ignoradas hace apenas cien años, pero que podían muy bien ser perfectamente conocidas algunos siglos antes de Cristo. Al hablar de Dios es al cielo que vemos, pues desde las primeras edades el   hombre ha elevado sus miradas hacia la bóveda celeste, y es que las miríadas de estrellas han debido intrigarlo (sabemos ahora que existe como un centenar de millones, de las cuales 6.000 más o menos son visibles a simple vista). Cuando uno se eleva hacia estos problemas, ¿cómo no extasiarse al encontrar tantos paralelos que nos hacen comprender la homogeneidad del Gran Todo? Macrocosmo y Microcosmo están estrechamente ligados y el Dr. Lavezzeri ya reveló las curiosas relaciones que existen entre la vida astronómica y la vida humana. Las 72 pulsaciones del hombre de buena salud corresponden a los 72 años que emplea el sol para desplazarse un grado a través del cielo. El corazón late 4 veces cuando respiramos una vez, es decir, que el número de respiraciones es de 18 por minuto, lo que corresponde a las 4 estaciones y a los 18 años de la nutación del eje terrestre bajo la influencia lunar. En cuanto a las 25.920 respiraciones en 24 horas, nos hacen pensar en la precesión de los equinoccios, por el número de años del famoso gran Ciclo, al fin del cual las constelaciones cierran su vuelta Zodiacal; de allí derivan también las grandes Eras precesionales: (25.920 / 12 =2.160 años por signo) así de 4.320 a 2.160 antes de la era cristiana, el Ciclo de TAURUS simbolizó a Egipto, la Caldea, etc. Después vino la era de ARIES que transformó la religión: Moisés prohibió a los hebreos adorar el Becerro de Oro (el Buey Apis). La Era Cristiana corresponde al sol penetrando desde el año I de la era en el nuevo signo de PISCIS (¿No tenía Jesús este emblema?). Naturalmente este simbolismo no es de una precisión absoluta, pero hay que hacer notar que grandes Ciclos marcan la historia de los pueblos. Evidentemente la historia de la humanidad no está cortada en fragmentos iguales pues todo el mundo sabe que el Invierno entra un poco en la Primavera; que el Verano se extiende a menudo sobre el Otoño; por consiguiente el hecho de pasar a otro signo no implica una renovación brusca; no obstante, todas las Grandes Civilizaciones están caracterizadas por este movimiento precesional, lo que hace decir a muchos que nos acercamos a la Edad de Oro. La Era del AQUARIUS debe efectivamente simbolizar un ciclo nuevo de 2.000 años más o menos y marcar una renovación. Algunos se basan para enunciarla como consecuencia del descubrimiento de la desintegración del átomo, calificando nuestra época de Edad Atómica, lo que puede ser simbolizado por el planeta URANO que caracteriza los acontecimientos bruscos y gobierna justamente el signo del AGUADOR (Acuario).  La Venida del Gran Instructor del Mundo Otros apoya sus pronósticos en las Escrituras.

jueves, 3 de agosto de 2017

El Maestre habla EL CATACLISMO QUE VIENE

El Maestre habla
EL CATACLISMO QUE VIENE

Como los ejemplos han sido dados en el curso de la historia de la humanidad, ¿por qué tratar de obstinarse en ensayar otra cosa cuando todo ha sido intentado y nada ha dado resultado? Se debe remirar entonces el ejemplo de las civilizaciones antiguas que han gobernado iniciáticamente el mundo en otros tiempos, en aquellos períodos de oro, aquellas edades de paz, aquellas épocas de Sabiduría. Se debe primero voltear hacia la raza americana a la que el sabio Spiden atribuye 10.600 años de antigüedad, sin mencionar los archivos esotéricos que nos enseñan que había civilizaciones que reunían Sabios en este continente hace algunos 1.000 siglos! La teoría de que la América debe su nombre a uno de los primeros navegantes que desembarcaron en el continente, es decir, Américo Vespucio, no es tan acertada porque en realidad debería tratarse de Albéric! Cuando Alonso de Ojeda pasó por Centro América en 1499, los indígenas de la costa de Cumara denominaban ya al continente entero con el nombre de Amérriqua que quiere decir en lengua maya: el país de los vientos. Los vestigios de esta civilización, las piedras, los templos encontrados, todas las excavaciones emprendidas en nuestra época actual tienden a probar definitivamente la prioridad incontestable de esta civilización por encima de todas las otras. Hace cerca de 12.000 años que los Mayas difundían por el mundo el ritual secreto de sus creencias, la síntesis original de sus conocimientos, el código de sus leyes y las tradiciones de sus costumbres. Los aymarus (“aquellos que levantan la voz”), es decir, los Superiores de los Amautas (sacerdotes) han dejado enseñanzas de las cuales el mundo de hoy todavía busca la significación; los sabios se interesan por las lecciones dejadas por esos Grandes Iniciados y apenas tienen los preliminares del alfabeto Maya!… Son los aymarus quienes han dado su nombre a la lengua aymara (lenguaje sagrado del Imperio Maya) que es un idioma-clave que resuelve los enigmas de otras lenguas. Se encuentran en él raíces del atlante, del sánscrito, del hebreo, del tibetano, etc., y en lo que concierne a las civilizaciones americanas de más allá del siglo XV antes de J. C., época en que reinaba Inti-Kapac, el 5° monarca pirhua, se debe recurrir a la doctrina esotérica. Todo lo que generalmente sabemos de los toltecas es solamente con referencia a aquellos que llegaron al Anáhuac (primer nombre de México) en el año 667; el establecimiento de los aztecas en México data solamente de 1216, sin embargo, originarios del Aztlán (tierra de la aurora)     tienen, no obstante una civilización precedente a aquella que aprendemos en nuestra historia habitual; no conocemos de los Mayas, de los Incas, etc., sino los pueblos ya medio degenerados que los españoles encontraron durante su conquista de América. Se ignora casi todo lo de aquellas espléndidas civilizaciones de Iniciados que es para nosotros una prehistoria! Como todos los grandes Estados modernos los españoles tienen una mancha de sangre sobre su pasado, y con su guerra civil han empezado a expiar el asesinato de los aztecas y de los incas! La América del Sur está destinada al más brillante porvenir, es la eterna repetición de la historia; ella va a acoger la élite de las otras partes del mundo y será la fuente de un esplendor y de una renovación cultural; por otra parte, debido al electromagnetismo del globo (que cambia coincidiendo con la época acuariana a partir de 1.948) el centro espiritual del mundo se establece poco a poco en la cordillera de los Andes en el mismo lugar donde hace millares de años el Santuario Supremo resguardaba a los Grandes Maestros. La era de los mecanismos no será más que uno de los más negros episodios de la historia de los hombres: se hablará de la edad de las máquinas como de la más tenebrosa de la historia humana! Al emerger un continente donde el agrandamiento y surgimiento de islas en el Pacífico permitiera equilibrar la desaparición de las razas corrompidas, tendría nuevamente desarrollo una gran Edad, como antes del hundimiento de la Atlántida y la Lemuria. Este “fin del mundo” (o mejor dicho de un mundo, es esperado en todas partes y todas las profecías lo mencionan) puede ser evitado, sin embargo, mediante la emanación de fuerzas armónicas, pues de hecho el fin de un estado de cosas no proviene más que de un desequilibrio: basta sostener el equilibrio para conservar tal estado. En pocas palabras, el desequilibrio que se hace más y más fuerte y que será la causa de un enorme cataclismo proviene del estado de alma de la mayoría de los humanos, por lo cual bastaría educar suficientemente aprisa a la humanidad para evitar esa gran catástrofe y dicha educación viene a quedar en manos de los Iniciados quienes van a intentar una prolongación de la raza humana. Estos cataclismos se producen por períodos regulares y cada vez es salvada solamente una parte de la humanidad (es el mito de Noé con el diluvio que vuelve a acontecer en todos los pueblos variando solamente los nombres o las manifestaciones pero conservando la misma idea de prolongación de la raza por selección eliminativa) con el fin de conservar la Sabiduría Antigua. Naturalmente se trata de los elegidos, los escogidos, los discípulos de la Luz. A pesar de estas catástrofes y estas perturbaciones la Tierra incansablemente gira y girará todavía 50 billones de años antes de que el Sol consuma los planetas de su alrededor y marque así el fin de nuestro sistema. Se realiza difícilmente que nuestro sistema existe desde hace tres billones    , desde que estalló una estrella vecina del Sol (supernovae) (según la teoría de Fred Hoyle y Raymond A. Lyttleton de la Universidad de Cambridge).

miércoles, 2 de agosto de 2017

La industria cárnica podría ser la responsable de 'zona muerta' más grande en el golfo de México

La industria cárnica podría ser la responsable de 'zona muerta' más grande en el golfo de México: Un informe medioambiental revela que las toxinas que empresas como Tyson Foods vierten al mar están contaminando las aguas de los océanos, causando un grave problema para la vida marina.

Gana la democracia en Venezuela

Gana la democracia en Venezuela: Yo no comparto las reglas de la representación electoral en España y, sin embargo, ejerzo mi derecho a votar. De ninguna manera se me habría ocurrido hablar de fraude ni de dictadura a pesar de que la proporcionalidad electoral no exista. Cada voto en España, según el lugar donde votes, vale diferente. Pero esto no quiere decir que España tenga un régimen totalitario. La democracia está vigente desde hace décadas, aunque podamos cuestionar la matemática electoral.

Video: Trump lanza en Facebook su canal de noticias 'reales'

Video: Trump lanza en Facebook su canal de noticias 'reales': La presentadora del canal es Lara Trump, la nuera del presidente.

Así fue como Corea del Norte celebró el lanzamiento de su 'primer misil balístico intercontinental'

Así fue como Corea del Norte celebró el lanzamiento de su 'primer misil balístico intercontinental': Los miembros que contribuyeron con la prueba del misil norcoreano Hwasong-14 disfrutaron de un cálido recibimiento en Pionyang este 6 de julio. Banderas, flores y demás objetos multicolores fueron agitados por una multitud mientras su caravana llegaba a la capital norcoreana. Al caer el sol, la plaza Kim Il-sung fue escenario de una celebración con fuegos artificiales por el lanzamiento del proyectil, considerado por EE.UU. como el 'primer misil balístico intercontinental' de Corea del Norte.

Inclemencia climática: Estremecedoras imágenes de las catástrofes naturales que azotan al mundo

Inclemencia climática: Estremecedoras imágenes de las catástrofes naturales que azotan al mundo: Temperaturas extremas, lluvias torrenciales, tormentas y destructivos incendios han desconcertado a meteorólogos y han causado pánico en muchos países en los últimos meses. Sea testigo con estas imágenes de algunos de los estragos que han causado estas anomalías climáticas en los países más afectados, que han llegado incluso a causar decenas de muertes.

China amenaza a la India con una guerra si no retira sus tropas de una tensa zona del Himalaya

China amenaza a la India con una guerra si no retira sus tropas de una tensa zona del Himalaya: Los dos gigantes nucleares asiáticos mantienen un alto nivel de tensión por una disputa territorial junto con el Bután.

EE.UU. lanza un misil intercontinental tras la prueba de un proyectil norcoreano (VIDEO)

EE.UU. lanza un misil intercontinental tras la prueba de un proyectil norcoreano (VIDEO): La Fuerza Aérea estadounidense ha lanzado un misil balístico Minuteman III desde la costa de California hacia un atolón del Pacífico.

Assange aconseja a Maduro 'adoptar la Constitución saudita' para gustar a EE.UU.

Assange aconseja a Maduro 'adoptar la Constitución saudita' para gustar a EE.UU.: Assange propuso a Maduro tomar ejemplo de Arabia Saudita, uno de los socios más importantes de Washington en la escena internacional.

Paul: 'Las sanciones contra Rusia no traerán beneficios ni para EE.UU., ni para la paz mundial'

Paul: 'Las sanciones contra Rusia no traerán beneficios ni para EE.UU., ni para la paz mundial': El excongresista asegura que existen personas y estamentos dentro del Gobierno obsesionados con demostrar que no existe una amistad entre ambos países.

EL MAESTRE HABLA...

EL MAESTRE HABLA

“Los hombres no son gobernados por sus instituciones, sino más bien por su carácter”. Gustavo el Bueno. Meng Tzeu iue: "Ou wei wenn wang ki, eul tcheng jenn tche ic, houang jou ki, i tchonj tien hia tche hou". Mencius dijo: "Nunca he oído decir que quien haya reformado el imperio se haya deformado a sí mismo, y menos aún que el que hubiese reformado el imperio se hubiese deshonrado a sí mismo”. En todas partes sé da fe de los buenos principios, de la moralidad soberana, de un culto perfecto, sin embargo, reinan la injusticia, la corrupción y la angustia. ¿Qué es lo que sucede entonces? Que cada uno cree tener la Verdad, la Sabiduría infusa, el supremo grado de evolución; se disputan las prerrogativas de la enseñanza, cada quien quiere su autonomía, ¡las iglesias batallan por su “clientela”, las asociaciones por sus “miembros contribuyentes”! Mientras tanto el mundo se muere y la voz de cristo repite para los que aún tienen el valor de escucharle: Amaos los unos a los otros. Bellas citaciones son numerosas en este sentido: No ofendas a los demás para que no te aflijan (De las escrituras budistas: Udana-Varga). Lo que a tí te molesta no lo hagas a tu prójimo (De la enseñanza israelita del Talmud). No hagas a los demás lo que no te agrade que te hagan (del gran filósofo Confucio). Nada de ello se lleva a cabo; se grita, se agita y se hace ruido para ¡no entender su propia a voz interior! Como dice una popular oración shintoísta: “Nuestros ojos pueden ver las suciedades ajenas, pero a nuestro espíritu no   debemos dejarle ver las cosas que no son limpias. Nuestros oídos pueden escuchar las suciedades, pero a nuestro espíritu no hay que dejarle oír cosas que no son limpias”. ¿No será que el ser humano tiene miedo de sí mismo? Complejo de inferioridad, diríamos en el psicoanálisis, pero más o menos todo el mundo está bajo un complejo como lo sabemos en psicología, y ¿entonces? Pues bien, se debe buscar el liberar a los seres humanos de ellos mismos; separarlos de su personalidad para hacerlos nacer en su individualidad pura. Un gran personaje ha dicho: “El hombre es bueno, pero la sociedad lo corrompe”. ¿Qué se debe entonces reformar? ¿El hombre o la sociedad? Sería peligroso tratar de abarcar directamente a la colectividad entera, la arriesgaríamos a un éxtasis colectivo, a un remolino perturbador, y al riesgo de perder definitivamente a la humanidad entera, al menos por una buena generación. Para ello pienso mejor en un método simple de cocina que consiste en que, cuando se ha “cortado” una mayonesa no se debe remover en su totalidad, sino que por el contrario debe ser recobrada poquito a poquito y así se elimina en el sedimento una porción de esa materia y poco a poco se le añade al producto un algo de vinagre; se prueba una muestra y se bate en forma de círculos más y más grandes para volver a tomar a cada momento un poco más del producto mal elaborado e incorporarlo a la nueva pasta compacta que progresivamente va tomando esa bella apariencia exquisita tan apreciada de los gastrónomos. Se ha dicho que “nadie, recorriendo su propio camino, ha encontrado a Dios” (Ram-Das). Aquí volvemos a mencionar la necesidad de una enseñanza, de una dirección, de una línea de conducta a seguir, de un Maestro. En efecto, todos los Grandes Sabios han tenido su Guía, los iniciados han tenido primeramente que seguir los consejos de un INICIADO, los Instructores de la Humanidad han tenido todos su Maestro. Jesús el Nazareno primero estuvo bajo la autoridad de Juan Aschai (llamado el Bautista) quien a su vez había sido formado en la escuela de Elkesai, etc. Es fácil abjurar de libros, de enseñanzas, de escuelas, de Maestros, etc., cuando se ha terminado una instrucción, pero se debe primero pasar por el estadio de saber de qué se trata y sentirse complacido de aprender entre tanto la parte que se pueda de esa disciplina, que a veces se desdeña tan pronto como se supera el período obligatorio, pero no así su necesidad, pues a menudo se le requiere mucho todavía. ¿Cuáles son esos “espíritus avanzados” que niegan el camino que ellos mismos han recorrido? No se necesita quemar aquello que se ha adorado. Indudablemente que se tropieza con una multitud de prejuicios y de incomprensiones debido a la ignorancia. Cuántas veces he tenido que explicar las particularidades de algunas costumbres, las razones del culto, los hábitos de raza, que bajo una simplicidad aparente esconden una profunda significación. Por ejemplo, muchos se sorprenden viendo pasar a los monjes buddhistas con   sus brazos izquierdos envueltos bajo su simbólico hábito amarillo. Es una simple actitud que adoptan estos bikhús? Claro que no; son demasiado sabios para detenerse en semejantes consideraciones acerca de su indumentaria; la razón es más profunda. El lado izquierdo fue siempre considerado como el más noble porque los Sacerdotes de la Antigüedad se volvían hacia el Sol teniendo el Polo Norte a su izquierda (y el Sur a su derecha) sabiendo perfectamente que un hemisferio está más elevado que el otro y que un Polo de nuestro planeta está de tal modo superior al otro que permanece inclinado sobre la línea equinoccial. Las costumbres antiguas admitían que siempre el lado izquierdo estuviera más cubierto y en muchos pueblos el brazo izquierdo aún se envuelve durante la oración; los judíos tienen todavía cordones especiales para este uso. ¿Cómo llegar rápidamente a esta educación de la humanidad? La meta es la liberación, pero ¿cuántos son los que comprenden esta palabra? Evidentemente cada uno en su dominio, cada uno, en su elemento; el que tiene alas hace por volar, ¡el que no las tiene trata de arrastrarse...! Alguien ha dicho: ¡“Quien quiera ser admitido entre los ángeles debe esforzarse en vivir como ellos en el transcurso de este esbozo de vida”! Alimentarse con carne de un cadáver es ingerir la muerte, es ¡renunciar a la verdadera vida! La matanza organizada de los animales es el comienzo de una ley acción reacción que ¡sepultará a los humanos! Esta lucha que emprendemos contra las leyes naturales ofende a la Naturaleza que para vengarse produce un crimen (llamado guerra) con el fin de absorber por millones a los vándalos que la han mutilado. Todos los pensamientos son creadores, el más mínimo gesto está precedido de un mecanismo cerebral, de ahí que las vibraciones que emanan del cuerpo físico se propagan en el espacio. La más pequeña reacción brutal repercute no solamente en el ambiente, sino que aún es captada por otro cerebro en receptividad que inmediatamente se encuentra impregnado de esa misma idea y por este hecho con un deseo de igual brutalidad. Se conoce este fenómeno de una idea dentro del aire. ¡Cuántas veces varios sabios hacen el mismo descubrimiento al mismo tiempo! Los inventores son sorprendidos numerosas veces por las noticias oficiales de que otras personas se adelantaron a ellos, aún residiendo en otro país, y se explica todo así, simplemente porque la idea que ellos proyectan emana de su cerebro al espacio y si esa misma vibración es captada por una persona apta, pondrá en ejecución el mismo proyecto. ¿La consciencia colectiva de que habla Jung no está en cierto modo relacionada con este orden de ideas? Conocemos esa psicosis de guerra provocada por algunos políticos hábiles (o ¡comerciantes de cañones!) ¿Por qué no crear entonces una psicosis de Paz? Lo ideal sería un gobierno mundial de Yoghis, pero he aquí que los yoghis no se ocupan del gobierno y ¡ni siquiera están organizados en una colectividad! Ellos son libres como los pájaros que surcan los cielos... En todos los tiempos un solo país fue preservado de las revueltas y de la guerra, el Tibet, cuya forma gubernamental es la Teocracia pero no de manera   enteramente iniciática, sino en forma religiosa organizada; esta pequeña deficiencia repercute en su tranquilidad, pues así desde hace mucho tiempo el sistema carece de su perfección y por ello no es sino cuestión de tiempo para que sea perturbado en su serenidad. Definitivamente se debe recurrir a las formas de gobiernos iniciáticos instituyendo una Teocracia científico-esotérica con los Sabios a la cabeza de una institución mundial basada en los verdaderos valores de los elementos. La Pre-Antigüedad, si se puede llamar así a las civilizaciones que florecían hace 50 o 100.000 años, fue una Edad de completa calma durante miles de años gracias al sistema y a la forma de organización social que erigía en su dirección a los Iniciados, quienes gobernaban tanto espiritual como culturalmente. Una Dirección Espiritual Mundial, con Centros Organizadores en cada país, con Colegios Iniciáticos por regiones, una jerarquía de Sabios, una Aristocracia del espíritu, una Comunidad libre, un mundo donde florezca el Pensamiento Humano a través de una Moral Universal, para todos conveniente y sin perjuicios para nadie. Nuestra sociedad actual se revuelca en un cenegal sin nombre y parece feliz así, ignorando que existe una agua clara, una vida cristalina; es como un hombre que se complaciera entre sus excrementos mientras existen verdes praderas; la humanidad parece gozar de vivir sobre un montón de detritus sin saber que existen picos nevados en donde la atmósfera es pura. ¿Por qué vivir, pues, en infames y hediondas malezas cuando existen tantos espacios libres surcados de arroyos cristalinos? Es doloroso constatar esta ignorancia tanto más cuando aquel que tiende la mano para elevar a sus hermanos hacia las regiones más dignas ve rechazada su oferta por aquellos que a pesar de todo desean continuar su existencia de larva ciega retorciéndose incansablemente en las suciedades más inmundas. En efecto, cuando se carece de miembros se está limitado a arrastrase, pero al fin nuestras alas son fáciles de descubrir: es suficiente estudiar un poco de simbolismo, si no contamos con la Fe en nuestro sistema de posibilidades a realizar. Existe precisamente la Fe con la cual se pueden “remover las montañas”, como dijo el Gran Nazareno, pero para aquellos que no tienen esta facultad, para toda la masa humana que no ha sido tocada por la Gracia, para todo ese mundo que no considera posible cumplir el milagro de la higuera seca ni aún conforme la promesa de Jesús el Nazareno... entonces, para esta mayoría de multitudes que pueblan la Tierra, les queda el estudio, el análisis y el Saber. Es en el simbolismo que se encuentra la Vía, que es la más fácil tan pronto como se han captado algunas claves, porque ellas abren entonces las puertas “del jardín del Templo” y en seguida es necesario por medio de la experiencia trepar las escaleras del pórtico para venir a tocar al portón del Santuario mismo. En términos claros, el simbolismo ofrece la ventaja de una comprensión rápida, una sincronización de conocimientos al alcance de aquellos que no tienen grandes posibilidades intelectuales ni los períodos disponibles para largos estudios de detalles.   Por medio de estas nociones esotéricas se pueden trepar las escaleras, es decir, progresar en el sendero iniciático donde las diversas experiencias individuales son requeridas para presentarse delante de la puerta del Santuario a fin de cumplir el “tocad y se os abrirá”. Es entonces el momento sublime en el cual “cuando el discípulo está preparado aparece el Maestro”, sin olvidar jamás que discípulo viene de disciplina... Corresponde al estudiante ir al encuentro de su Guía, corresponde al Chellah ponerse a los pies de su Gurú, porque jamás es el Maestro quien se asigna un adepto. Como los ejemplos han sido dados en el curso de la historia de la humanidad, ¿por qué tratar de obstinarse en ensayar otra cosa cuando todo ha sido intentado y nada ha dado resultado? Se debe remirar entonces el ejemplo de las civilizaciones antiguas que han gobernado iniciáticamente el mundo en otros tiempos, en aquellos períodos de oro, aquellas edades de paz, aquellas épocas de Sabiduría.