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miércoles, 2 de agosto de 2017

Paul: 'Las sanciones contra Rusia no traerán beneficios ni para EE.UU., ni para la paz mundial'

Paul: 'Las sanciones contra Rusia no traerán beneficios ni para EE.UU., ni para la paz mundial': El excongresista asegura que existen personas y estamentos dentro del Gobierno obsesionados con demostrar que no existe una amistad entre ambos países.

EL MAESTRE HABLA...

EL MAESTRE HABLA

“Los hombres no son gobernados por sus instituciones, sino más bien por su carácter”. Gustavo el Bueno. Meng Tzeu iue: "Ou wei wenn wang ki, eul tcheng jenn tche ic, houang jou ki, i tchonj tien hia tche hou". Mencius dijo: "Nunca he oído decir que quien haya reformado el imperio se haya deformado a sí mismo, y menos aún que el que hubiese reformado el imperio se hubiese deshonrado a sí mismo”. En todas partes sé da fe de los buenos principios, de la moralidad soberana, de un culto perfecto, sin embargo, reinan la injusticia, la corrupción y la angustia. ¿Qué es lo que sucede entonces? Que cada uno cree tener la Verdad, la Sabiduría infusa, el supremo grado de evolución; se disputan las prerrogativas de la enseñanza, cada quien quiere su autonomía, ¡las iglesias batallan por su “clientela”, las asociaciones por sus “miembros contribuyentes”! Mientras tanto el mundo se muere y la voz de cristo repite para los que aún tienen el valor de escucharle: Amaos los unos a los otros. Bellas citaciones son numerosas en este sentido: No ofendas a los demás para que no te aflijan (De las escrituras budistas: Udana-Varga). Lo que a tí te molesta no lo hagas a tu prójimo (De la enseñanza israelita del Talmud). No hagas a los demás lo que no te agrade que te hagan (del gran filósofo Confucio). Nada de ello se lleva a cabo; se grita, se agita y se hace ruido para ¡no entender su propia a voz interior! Como dice una popular oración shintoísta: “Nuestros ojos pueden ver las suciedades ajenas, pero a nuestro espíritu no   debemos dejarle ver las cosas que no son limpias. Nuestros oídos pueden escuchar las suciedades, pero a nuestro espíritu no hay que dejarle oír cosas que no son limpias”. ¿No será que el ser humano tiene miedo de sí mismo? Complejo de inferioridad, diríamos en el psicoanálisis, pero más o menos todo el mundo está bajo un complejo como lo sabemos en psicología, y ¿entonces? Pues bien, se debe buscar el liberar a los seres humanos de ellos mismos; separarlos de su personalidad para hacerlos nacer en su individualidad pura. Un gran personaje ha dicho: “El hombre es bueno, pero la sociedad lo corrompe”. ¿Qué se debe entonces reformar? ¿El hombre o la sociedad? Sería peligroso tratar de abarcar directamente a la colectividad entera, la arriesgaríamos a un éxtasis colectivo, a un remolino perturbador, y al riesgo de perder definitivamente a la humanidad entera, al menos por una buena generación. Para ello pienso mejor en un método simple de cocina que consiste en que, cuando se ha “cortado” una mayonesa no se debe remover en su totalidad, sino que por el contrario debe ser recobrada poquito a poquito y así se elimina en el sedimento una porción de esa materia y poco a poco se le añade al producto un algo de vinagre; se prueba una muestra y se bate en forma de círculos más y más grandes para volver a tomar a cada momento un poco más del producto mal elaborado e incorporarlo a la nueva pasta compacta que progresivamente va tomando esa bella apariencia exquisita tan apreciada de los gastrónomos. Se ha dicho que “nadie, recorriendo su propio camino, ha encontrado a Dios” (Ram-Das). Aquí volvemos a mencionar la necesidad de una enseñanza, de una dirección, de una línea de conducta a seguir, de un Maestro. En efecto, todos los Grandes Sabios han tenido su Guía, los iniciados han tenido primeramente que seguir los consejos de un INICIADO, los Instructores de la Humanidad han tenido todos su Maestro. Jesús el Nazareno primero estuvo bajo la autoridad de Juan Aschai (llamado el Bautista) quien a su vez había sido formado en la escuela de Elkesai, etc. Es fácil abjurar de libros, de enseñanzas, de escuelas, de Maestros, etc., cuando se ha terminado una instrucción, pero se debe primero pasar por el estadio de saber de qué se trata y sentirse complacido de aprender entre tanto la parte que se pueda de esa disciplina, que a veces se desdeña tan pronto como se supera el período obligatorio, pero no así su necesidad, pues a menudo se le requiere mucho todavía. ¿Cuáles son esos “espíritus avanzados” que niegan el camino que ellos mismos han recorrido? No se necesita quemar aquello que se ha adorado. Indudablemente que se tropieza con una multitud de prejuicios y de incomprensiones debido a la ignorancia. Cuántas veces he tenido que explicar las particularidades de algunas costumbres, las razones del culto, los hábitos de raza, que bajo una simplicidad aparente esconden una profunda significación. Por ejemplo, muchos se sorprenden viendo pasar a los monjes buddhistas con   sus brazos izquierdos envueltos bajo su simbólico hábito amarillo. Es una simple actitud que adoptan estos bikhús? Claro que no; son demasiado sabios para detenerse en semejantes consideraciones acerca de su indumentaria; la razón es más profunda. El lado izquierdo fue siempre considerado como el más noble porque los Sacerdotes de la Antigüedad se volvían hacia el Sol teniendo el Polo Norte a su izquierda (y el Sur a su derecha) sabiendo perfectamente que un hemisferio está más elevado que el otro y que un Polo de nuestro planeta está de tal modo superior al otro que permanece inclinado sobre la línea equinoccial. Las costumbres antiguas admitían que siempre el lado izquierdo estuviera más cubierto y en muchos pueblos el brazo izquierdo aún se envuelve durante la oración; los judíos tienen todavía cordones especiales para este uso. ¿Cómo llegar rápidamente a esta educación de la humanidad? La meta es la liberación, pero ¿cuántos son los que comprenden esta palabra? Evidentemente cada uno en su dominio, cada uno, en su elemento; el que tiene alas hace por volar, ¡el que no las tiene trata de arrastrarse...! Alguien ha dicho: ¡“Quien quiera ser admitido entre los ángeles debe esforzarse en vivir como ellos en el transcurso de este esbozo de vida”! Alimentarse con carne de un cadáver es ingerir la muerte, es ¡renunciar a la verdadera vida! La matanza organizada de los animales es el comienzo de una ley acción reacción que ¡sepultará a los humanos! Esta lucha que emprendemos contra las leyes naturales ofende a la Naturaleza que para vengarse produce un crimen (llamado guerra) con el fin de absorber por millones a los vándalos que la han mutilado. Todos los pensamientos son creadores, el más mínimo gesto está precedido de un mecanismo cerebral, de ahí que las vibraciones que emanan del cuerpo físico se propagan en el espacio. La más pequeña reacción brutal repercute no solamente en el ambiente, sino que aún es captada por otro cerebro en receptividad que inmediatamente se encuentra impregnado de esa misma idea y por este hecho con un deseo de igual brutalidad. Se conoce este fenómeno de una idea dentro del aire. ¡Cuántas veces varios sabios hacen el mismo descubrimiento al mismo tiempo! Los inventores son sorprendidos numerosas veces por las noticias oficiales de que otras personas se adelantaron a ellos, aún residiendo en otro país, y se explica todo así, simplemente porque la idea que ellos proyectan emana de su cerebro al espacio y si esa misma vibración es captada por una persona apta, pondrá en ejecución el mismo proyecto. ¿La consciencia colectiva de que habla Jung no está en cierto modo relacionada con este orden de ideas? Conocemos esa psicosis de guerra provocada por algunos políticos hábiles (o ¡comerciantes de cañones!) ¿Por qué no crear entonces una psicosis de Paz? Lo ideal sería un gobierno mundial de Yoghis, pero he aquí que los yoghis no se ocupan del gobierno y ¡ni siquiera están organizados en una colectividad! Ellos son libres como los pájaros que surcan los cielos... En todos los tiempos un solo país fue preservado de las revueltas y de la guerra, el Tibet, cuya forma gubernamental es la Teocracia pero no de manera   enteramente iniciática, sino en forma religiosa organizada; esta pequeña deficiencia repercute en su tranquilidad, pues así desde hace mucho tiempo el sistema carece de su perfección y por ello no es sino cuestión de tiempo para que sea perturbado en su serenidad. Definitivamente se debe recurrir a las formas de gobiernos iniciáticos instituyendo una Teocracia científico-esotérica con los Sabios a la cabeza de una institución mundial basada en los verdaderos valores de los elementos. La Pre-Antigüedad, si se puede llamar así a las civilizaciones que florecían hace 50 o 100.000 años, fue una Edad de completa calma durante miles de años gracias al sistema y a la forma de organización social que erigía en su dirección a los Iniciados, quienes gobernaban tanto espiritual como culturalmente. Una Dirección Espiritual Mundial, con Centros Organizadores en cada país, con Colegios Iniciáticos por regiones, una jerarquía de Sabios, una Aristocracia del espíritu, una Comunidad libre, un mundo donde florezca el Pensamiento Humano a través de una Moral Universal, para todos conveniente y sin perjuicios para nadie. Nuestra sociedad actual se revuelca en un cenegal sin nombre y parece feliz así, ignorando que existe una agua clara, una vida cristalina; es como un hombre que se complaciera entre sus excrementos mientras existen verdes praderas; la humanidad parece gozar de vivir sobre un montón de detritus sin saber que existen picos nevados en donde la atmósfera es pura. ¿Por qué vivir, pues, en infames y hediondas malezas cuando existen tantos espacios libres surcados de arroyos cristalinos? Es doloroso constatar esta ignorancia tanto más cuando aquel que tiende la mano para elevar a sus hermanos hacia las regiones más dignas ve rechazada su oferta por aquellos que a pesar de todo desean continuar su existencia de larva ciega retorciéndose incansablemente en las suciedades más inmundas. En efecto, cuando se carece de miembros se está limitado a arrastrase, pero al fin nuestras alas son fáciles de descubrir: es suficiente estudiar un poco de simbolismo, si no contamos con la Fe en nuestro sistema de posibilidades a realizar. Existe precisamente la Fe con la cual se pueden “remover las montañas”, como dijo el Gran Nazareno, pero para aquellos que no tienen esta facultad, para toda la masa humana que no ha sido tocada por la Gracia, para todo ese mundo que no considera posible cumplir el milagro de la higuera seca ni aún conforme la promesa de Jesús el Nazareno... entonces, para esta mayoría de multitudes que pueblan la Tierra, les queda el estudio, el análisis y el Saber. Es en el simbolismo que se encuentra la Vía, que es la más fácil tan pronto como se han captado algunas claves, porque ellas abren entonces las puertas “del jardín del Templo” y en seguida es necesario por medio de la experiencia trepar las escaleras del pórtico para venir a tocar al portón del Santuario mismo. En términos claros, el simbolismo ofrece la ventaja de una comprensión rápida, una sincronización de conocimientos al alcance de aquellos que no tienen grandes posibilidades intelectuales ni los períodos disponibles para largos estudios de detalles.   Por medio de estas nociones esotéricas se pueden trepar las escaleras, es decir, progresar en el sendero iniciático donde las diversas experiencias individuales son requeridas para presentarse delante de la puerta del Santuario a fin de cumplir el “tocad y se os abrirá”. Es entonces el momento sublime en el cual “cuando el discípulo está preparado aparece el Maestro”, sin olvidar jamás que discípulo viene de disciplina... Corresponde al estudiante ir al encuentro de su Guía, corresponde al Chellah ponerse a los pies de su Gurú, porque jamás es el Maestro quien se asigna un adepto. Como los ejemplos han sido dados en el curso de la historia de la humanidad, ¿por qué tratar de obstinarse en ensayar otra cosa cuando todo ha sido intentado y nada ha dado resultado? Se debe remirar entonces el ejemplo de las civilizaciones antiguas que han gobernado iniciáticamente el mundo en otros tiempos, en aquellos períodos de oro, aquellas edades de paz, aquellas épocas de Sabiduría.

martes, 18 de julio de 2017

IN MEMORIAM AL INSIGNE PATRICIO DON BENITO JUAREZ GARCIA EN EL CXLV ANIVERSARIO LUCTUOSO...

IN MEMORIAM
AL INSIGNE PATRICIO DON BENITO JUÁREZ GARCÍA EN EL CXLV ANIVERSARIO LUCTUOSO...
Don Benito Juárez García cumple hoy 145 años  de haber pasado a ocupar su poderosa columna en el Eterno Oriente,  y él a su vez pasó a convertirse en una poderosa columna, que, a pesar de sus eternos enemigos, sostiene  como una lámpara inacabable, con sus valores y principio, aparentemente olvidados, a este México nuestro que en un futuro no muy lejano  tendrá un futuro esplendoroso,  superando el hoy atávico vicio de la deshonestidad y la malversación.
Juárez fue siempre un vencedor desde cualquier óptica que se le quiera ver, venció a la adversidad por haber nacido en un lugar aparentemente inhóspito y retirado totalmente de la civilización mundana, aun cuando esto quizá fue lo mejor que le pudo haber ocurrido. Venció a la adversidad de haber sido un niño huérfano de padre y madre, así como al hecho de estar rodeado de  una pobreza lacerante. Venció también la ignorancia que le daba su alejamiento de la urbe  y la incultura que esto le propiciaba, venció el terrible destino de haber nacido dentro  de una raza indígena 500 años zaherida y humillada. Juárez  vencedor fue un elegido de los dioses. Vivió y murió de pié, como decía Vespasiano que debían vivir y morir los vencedores.
Juárez aprendió a platicar con la montaña y con la madre naturaleza que lo había parido,  y a falta de artificios supo cómo jugar con el aire, la tierra, el agua y con el fuego del sol que son los 4 elementos radiantes de vida y energía; estos fueron los factores determinantes de su existencia que forjaron su carácter y lo prepararon para la batalla  cruenta que se avecinaba, y la cual supo ganar sin pedir ni dar cuartel.
Hoy a 145 años de su transmigración se yergue victorioso ante una iglesia católica que antes lo vituperaba y ahora lo reconoce como el gran  impulsor de la separación de la iglesia y el estado.
Juárez supo, gracias a ese carácter pétreo que lo definía, agradecer a su gran protector y padrino don Antonio Salanueva todos los apoyos concedidos, pero también supo decirle que no cuando aquel llevado por su fervor religioso lo deseaba encauzar hacia el claustro para convertirlo en sacerdote; la iglesia católica perdió a una posible columna sostén de su poder pero el estado ganó a un paradigma de su vigencia y razón de ser.
De Juárez se podrá decir todo, menos que fue un cobarde o un apátrida, y supo con valor,  la razón y el derecho, defender y resucitar  a la patria moribunda y conculcada.
Juárez no es un híbrido, ni un producto del artilugio social.
Juárez  es un indio puro, indomable, sin mácula de mestizaje, afortunadamente para él, por el lado español.
Juárez es el gran reivindicador de la raza indígena, casi a 200 años de que otro indígena americano, con mejores circunstancias que él, asumiera el poder en un país hermano.
La impasibilidad, y la grandeza de la montaña, estampan su huella en la presencia permanente de su figura enhiesta y su carácter estoico.
Simón Bolívar y Napoleón Bonaparte, Julio César y Alejandro fueron grandes porque supieron con las armas erigir y derrumbar imperios. Juárez fue y es grande porque supo con las armas de la ley y la razón, preservar a una nación y erigir el imperio de la justicia y el derecho como una lección para el mundo y ante el mundo, lección reconocida por todos y solo negada por los fanáticos y los resentidos que la historia ya ha superado.
Juárez es el pueblo hecho patria y es la patria realizada.  Tal como lo conciben dos de sus grandes biógrafos,  Ralph Roeder y Justo Sierra.
Juárez es un hombre, como todos los hombres, pero más allá del común de los hombres.
Juárez es el espíritu de la raza roja, la que Vasconcelos definía como la raza del amor, por esto no cobijaba odios ni prohijaba venganza, solo justicia.
Juárez proclamaba el respeto a la República y la defensa de los símbolos patrios.
La muerte de Maximiliano, la de Miramón y Mejía en el Cerro de las Campanas, es la muerte del imperio producto del abuso social, que nunca debió haber sido y que cayó sepultado bajo los miasmas de su ilegítimo poder.
Lo sepultó el derecho y la justicia de un pueblo mancillado en su soberanía y en su honor.
A Juárez le rinden culto todos los pueblos del mundo que ven en la independencia y la libertad el tótem sagrado que lo sostiene.
Juárez es inmarcesible en el tiempo y en el espacio. Nunca nada ni nadie lo podrán derrotar.
A Juárez lo proclama Benemérito de las Américas el Congreso de Colombia, en un gran momento de lucidez histórica, como un reconocimiento a su grandeza y a su figura sin par.
Juárez es la audacia de un pueblo que baja de la montaña en forma de niño, sin más recurso que su esperanza y su fe en un destino maravilloso pero aún incierto en su devenir.
Juárez es el pueblo mismo, porque como lo define don Raúl Noriega es el pueblo integrado en él, quien lo apoya y lo sigue; es este personaje el amigo invariablemente fiel, aliado constante en el que siempre halló estímulo y aliento.
El pueblo de Juárez,     no es la aristocracia, ni la “élite” social que lo combatieron, todos inconscientes, el pueblo de Juárez, el pueblo de siempre, es aquel que disperso y sufrido, lleva sobre sus espaldas el sustentamiento de la nación y que no tiene más patrimonio que su trabajo, o que identifica sus intereses con los de la patria; el que sirve a los demás sin explotarlos, y en los momentos críticos, sin condiciones, aporta su vida y cuanto posee a la causa de una idea noble, o a la defensa del país. 
Juárez, como pueblo, es el joven que se cultiva en la adversidad, apoyado por un sacerdote humanista, que, excepcionalmente, en todos los tiempos  se manifiestan.
Juárez es el adulto forjado y consolidado  en las Leyes de Reforma; y es, también, el presidente perseguido por la calumnia y la maldición de la expresión privilegiada y conservadora de la antipatria y la sinrazón.
Juárez es  quien realmente logra y  consolida la independencia de México con las Leyes de Reforma expedidas en Veracruz.
Por esto los conservadores de todos los tiempos lo odian.
Y también por esto es una vergüenza nacional que   el estado  más liberal de la República esté  secuestrado con la complicidad de una corriente  impostora de izquierda que solo le ha servido para fortalecerse en nuestra nación.
 Juárez es la fuerza de voluntad que viaja en su carroza, con la República a cuestas y un traje raído por  el tiempo y la persecución.
Quienes hoy pretendan destruirlo solo lograrán fortalecer su recuerdo en un pueblo  perversa  e inútilmente  inducido al olvido, porque que lo lleva arraigado en lo más profundo de su corazón.
Juárez es la patria marginada, aunque le pese a la tecnocracia política que ha hecho de este país un apéndice de la globalización deshumanizada y desnacionalizada, donde la historia ha sido desdibujada por quienes hoy debieran tener la enorme responsabilidad de fortalecerla y dignificarla.
Juárez es, ha sido y seguirá siendo, el espíritu, baluarte y sustento de esta joven y grandiosa nación.
Juárez representa la antítesis de todo lo que hoy nos corroe,  nació pobre, fue huérfano y humilde y jamás se enriqueció, vivió como lo pregonó de la medianía de su salario y no forjó grandes fortunas.
Un ejemplo de su integridad como funcionario público lo constituye el siguiente fragmento de su Apuntes para mis hijos “A propósito de malas costumbres había otras que sólo servían para satisfacer la vanidad y la ostentación de los gobernantes como la de tener guardias de la fuerza armada en sus casas y la de llevar en las funciones públicas sombreros de una forma especial. Desde que tuve el carácter de gobernador abolí esta costumbre usando de sombrero y traje del común de los ciudadanos y viviendo en mí casa sin 76 guardia de soldados y sin aparato de ninguna especie, porque tengo la persuasión de que la respetabilidad del gobernante le viene de la ley y de un perfecto proceder y no de trajes ni de aparatos militares propios sólo para los reyes de teatro. Tengo el gusto de que los gobernantes de Oaxaca han seguido mi ejemplo concluye”, esto es algo de lo mucho que se ha olvidado.
Hablar de la antipatria en estos momentos es hablar de pobreza, desempleo, enfermedades, inseguridad producto de la corrupción y la impunidad.  
Juárez  es una ofensa histórica para los corruptos  y para los que les dan impunidad, si él viviera no habría suficientes cerros de la campana donde pagaran su condena los pillos de siete suelas y cuello blanco de todos colores y sabores que tienen asolado a nuestro estado y a la Nación.






domingo, 16 de julio de 2017

La Red 'explota' con el 'espeluznante' piropo de Trump a Brigitte Macron

La Red 'explota' con el 'espeluznante' piropo de Trump a Brigitte Macron: 'Grosero e inapropiado', 'perverso' o ubicado 'entre el elogio y el acoso sexual' han sido algunas de las definiciones que han dado internautas al comentario del presidente de EE.UU. a la esposa de Macron.

'El mal no tiene derechos': Cientos de católicos protestan contra una estatua satánica en EE.UU.

'El mal no tiene derechos': Cientos de católicos protestan contra una estatua satánica en EE.UU.: 'Satán es el mal' o 'Satán se lleva almas al infierno' son algunos de los lemas que portan los manifestantes que se oponen a la planeada instalación de una estatua satánica en Minnesota.

miércoles, 28 de junio de 2017

Condenan a 7 cadenas perpetuas a un exlíder del cartel mexicano 'Los Zetas'

Condenan a 7 cadenas perpetuas a un exlíder del cartel mexicano 'Los Zetas': Marciano Millán se desempeñaba como sicario y cabecilla de la organización criminal que operaba en el estado mexicano de Coahuila. Purgará su condena en una prisión estadounidense.

lunes, 26 de junio de 2017

REFUNDARSE O MORIR. Reflexiones y propuestas de la Corriente Crítica Veracruzana.

REFUNDARSE O MORIR.
Reflexiones y propuestas de la Corriente Crítica Veracruzana.
De acuerdo al historiador Enrique Krauze, en afirmaciones escritas después de que el PRI perdiera la presidencia de la República, afirmaciones que me atrevo a suscribir totalmente, en sus primeras tres décadas, los dirigentes del PRI mostraron -además de sentido común- tres sentidos no muy comunes: sentido histórico, sentido de Estado, sentido de la realidad. Se necesitaban todos para pensar y ejecutar la operación cohesiva que llevó a la fundación del PNR (1929), la no menos compleja incorporación al PRM de los sectores sociales y del Ejército (1938), y la transferencia pacífica y voluntaria de poder de los militares a los civiles durante la tercera refundación del partido (1946). Gracias a esos cimientos, en un marco internacional de turbulencia, México consolidó la paz, el estado social benefactor y un régimen civil. Y mientras América Latina se precipitaba en los toboganes de la dictadura o la anarquía, el país gozó de un largo período (1946-1968) de crecimiento económico con estabilidad política.
El PRI perdió el sentido cuando dejó de renovarse. Hasta 1968 había razones que explicaban la tutela colectiva (lastrada por la corrupción y el control corporativista) que ejercía sobre los ciudadanos. Pero en 1968 el sistema mostró la otra cara de su hegemonía: la petrificación. Las voces de crítica liberal que comenzaron a escucharse señalaron la necesidad de cambios, y como remedio no propusieron una reforma "desde afuera" del PRI (a través de la democracia electoral) sino "desde dentro": poner límites a la omnipotencia presidencial mediante una apertura sustantiva de la libertad de expresión y el fortalecimiento de los dos poderes tradicionalmente domesticados, sobre todo el legislativo. Su crítica tenía sentido, pero el PRI no la asumió. Aunque hubo una reforma política limitada en 1979, la falta de diques al poder presidencial hizo crisis en 1982. El poder absoluto lo había corrompido absolutamente. Con el descrédito terminal del sistema, se cerró la opción de cambiar "por dentro", y quedó como alternativa única la democracia sin más. Por desgracia, a diferencia de sus antecesores en 1929, 1938 y 1946, los gobiernos y dirigentes priistas optaron por ganar un tiempo que ya no tenían, y la olla estalló en 1994, cuando se generalizó la impresión de que el presidente Salinas había contravenido la regla número uno de la vida política mexicana: no te reelegirás, ni por interpósita persona.
En el sexenio del presidente Zedillo, no sin conflictos serios con la dirigencia priista, el gobierno admitió que el statu quo era ya insostenible y propició el tránsito a la democracia. A partir de entonces se consolidó el IFE y el país comenzó a vivir en un clima inusual de libertad de expresión. Los resultados de esa reforma a través de las urnas no se hicieron esperar. El PRI perdió el poder ejecutivo, pero un sector del electorado (que percibía en él un residuo de liderazgo y oficio político) le refrendó la confianza otorgándole una proporción sustancial de diputados, senadores, gobernadores y presidentes municipales. En medio del desánimo, pocos priistas advirtieron que en la dialéctica del poder, los resultados a largo plazo podían favorecerle. Muerto el sistema político (cortado el cordón umbilical del gobierno y del PRI con el presupuesto y el manejo electoral) el PRI podría contender en condiciones de equidad con los otros partidos. La democracia, literalmente, lo había salvado.
 En la actualidad el PRI necesitará ejercer la autocrítica de su desempeño histórico, resolver sus querellas internas, ofrecer buenos candidatos, revisar su programa
 El futuro del PRI ante los electores -sobre todo ante los electores jóvenes, que desprecian al viejo sistema y no piensan en términos ideológicos- depende del propio PRI, de sus candidatos, y de su contribución inmediata a un progreso tangible, medido en empleos, competitividad internacional, inversiones, viabilidad energética, infraestructura, legalidad y educación. Estos deben ser los nuevos paradigmas de un moderno nacionalismo mexicano. Sobre ellos debe refundarse    el PRI, y así ocupar el centro vacante del espacio político nacional. O resignarse a su muerte por anacronismo.
La democracia interna puede ser nuevamente su salvación, parafraseando a Krauze.
La consulta a la base es la vía  La propuesta no es nueva, ni novedosa, está en los estatutos de varios partidos políticos. Sin embargo, en cada partido significa cosas diferentes. El método está contemplado en las reglas básicas de las instituciones políticas electorales.
Que la militancia elija a sus candidatos de forma abierta es una propuesta real y viable. Sobre todo ahora que la propia militancia está dispuesta a luchar con todo para ganar la elección del 2018. La militancia partidista, quiere defender a su partido apoyando a los candidatos con los que se identifica, ha dicho Ivon Ortega, ex gobernadora de Yucatán y ex secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional. 
El sustento jurídico se encuentra en el párrafo siguiente de los estatutos que permite la consulta a la base:
 Artículo 159. La determinación del método para la elección estatutaria de Presidente y Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional, Comités Directivos Estatales y del Distrito Federal, Municipales y Delegacionales, se realizará por el Consejo Político del nivel que corresponda dentro de las opciones siguientes:
I. Para los Comités Ejecutivo Nacional, Directivos Estatales y del Distrito Federal:
a) Elección directa por la base militante.
Aplicando el mismo criterio para todos los puestos de elección popular que también se contempla en los mismos estatutos.
Pero no basta solo una consulta a la base, el PRI se tiene que abrir a la sociedad civil como en su momento lo han hecho otros partidos, con  ciudadanos  de todas las edades y clases, sin sombras de corrupción,  que generen confianza interna y externa, haciendo a un lado a todos aquellos que se han enriquecido y ha hecho del partido un coto de caza para lograr fortunas inexplicables y que todos conocemos muy bien.
El partido debe de hacer suyas las propuestas de calificar a la corrupción como un delito grave, donde no haya fianzas de por medio ni prescripción alguna, también el nepotismo que resurgió con el PAN y sus clanes familiares,  contagiando sin escrúpulo   a los priistas, a los morenos y a todo mundo, debe sancionarse de pleno derecho expidiendo leyes que asi lo  determinen.
La tarea es ardua y difícil, porque es como uno los doce trabajos de Hercules: limpiar los establos de Auriga.
Si no lo hace así el Partido Revolucionario Institucional tiene las horas contadas, los días y los años, y en el 18 serán sus funerales tanto en el estado como en la nación.

La refundación debe hacerse ya para no caer en una letanía de lánguidos lamentos en un futuro más  cerca que lejano.