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jueves, 27 de septiembre de 2012

¿Qué pasa en el Congo?

Jon Sobrino
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¿Qué pasa en el Congo? y III
Aquellos que deciden frente a aquellos que se rebelan.

Joan Carrero Saralegui

Cuando el dictador Saddam Hussein invadió el Kuwait de los grandes yacimientos petrolíferos, la poderosa maquinaria militar de “aquellos que cuentan” se puso enseguida en marcha. Implacable, hasta con armas prohibidas, aplastó a aquel que osó creerse un pequeño emperador autónomo e independiente. 
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Ahora Paul Kagame invade una vez más el riquísimo Congo. Y “aquellos que cuentan” callan. O eso parece. Pero en realidad, hablan bastante entre ellos en los lujosos despachos en los que toman inconfesables decisiones que, colateralmente, conllevarán la aniquilación de millones de seres humanos. Porque, a diferencia de la de Kuwait, esta invasión es suya y Kagame su hombre. En la mayoría de los grandes medios aparece camuflada como “guerra civil” o “rebelión”. Muchas/os parecen también empeñados en imponer la tesis de que todos son igual de criminales. Enumeran todas las violaciones de derechos humanos sin jerarquización ni análisis político. Si estos analistas nos explicasen la guerra civil española o los años del nazismo, no nos enteraríamos de si hubo agresores iniciales o no, si los agresores fueron Franco y Hitler o la República y Churchill. “Todos son culpables”, “también los aliados arrasaron Dresde”… nos dirían. Y para referirse a Nkunda, responsable de crímenes contra la humanidad, usan el término “disidente” sin más, abusando del desconocimiento del lector. Seguro que esos analistas no se atreverían a describir a Pinochet como el general disidente, sin más. No sería políticamente correcto. Pero en este conflicto todo está permitido. 
El “accidente”
Así también, el general Romeo Dallaire, comandante de la Misión de la ONU en Ruanda en 1994, se permite calificar de “accidente” el terrible atentado terrorista del 6 de abril. Accidente en el que fueron asesinados los presidentes hutu de Ruanda y Burundi junto a otra decena de personas y que fue el desencadenante final de esta inmensa tragedia que no acaba. Como el “accidente” que tuvo John F. Kennedy en Dallas. Es inútil que su superior Jacques-Roger Booh Booh y su compañero el coronel Luc Marchal lo hayan dejado en evidencia, sigue siendo uno de los héroes de la doctrina oficial y el protagonista de costosas películas. La propaganda en esta tragedia es como una apisonadora que aplasta todas las evidencias. Los motivos que van ya trascendiendo de la dimisión del general Vicente Díaz de Villegas, comandante de la Misión de la ONU ahora en el Congo, recuerdan demasiado a aquella situación anterior. Dallaire recibía órdenes directas de Washington, “puenteando” a su superior y manteniendo una estrecha relación con Kagame y los demás mandos del FPR. Unos y otros boicotearon cualquier intervención internacional para detener el genocidio. Ahora Dallaire y Kagame recorren el mundo como víctimas, reprochándonos el haber abandonado a Ruanda. Entre tanto el informe Hourigan, que aporta importantes revelaciones sobre la responsabilidad de Kagame en el doble magnicidio, sigue embargado por la ONU. 
Cinismo en la ONU y la UE
Hoy la ONU en el Congo, como anteriormente en Ruanda, es un instrumento útil: supervisa, controla, está ahí. Junto a los líderes de la UE, median entre los agredidos y el agresor. Sobre éste pesa una condena internacional, pero le dispensan un tratamiento exquisito. Le agradecen su magnanimidad. Nkunda, que representado por Azarias Ruberwa, recogió un ridículo número de votos en las pasadas elecciones (que fueron ejemplares e impecables) y que ahora intentan alcanzar el poder por la vía de los crímenes de guerra, es tratado con mayores honores que Joseph Kabila, el legítimo presidente. Éste, a diferencia de Nkunda, dicen, es más intransigente, se niega a negociar. Lo que no cuadra es que, a pesar de tanta magnanimidad por parte de Nkunda (que decide una y otra vez el alto el fuego unilateral, que permite pasillos humanitarios, que proclama su voluntad de colaborar generosamente en el logro de la paz), sus tropas prosigan los combates. Nuestro mundo no ha aprendido nada sobre el modo cómo desde 1990 a 1994 estos alumnos aventajados de Maquiavelo destrozaron el pueblo de Ruanda. Negociaciones: fachada, escenario, mientras se avanza militarmente. Cinismo en dosis imposibles de digerir. El cinismo de estas gentes, de sus protectores internacionales y de muchos responsables de una ONU inoperante, por esos grandes padrinos controlada.
La Audiencia Nacional
El pasado día 6, sólo unos días después de la sonada dimisión de un español como comandante de la MONUC, dimisión que los congoleses han sabido reconocer y agradecer, dos acontecimientos han estrechado más aún los vínculos de España con el Congo. Ambos son muy reveladores de las claves ocultas de este conflicto. El primero de ellos ha tenido por escenario la Audiencia Nacional y tiene que ver con el cercano pasado, con lo acontecido en Ruanda y el Congo entre 1990 y el 2001. El segundo, en el Senado, se refiere a la presente crisis en el este del Congo. En la sala cuarta de la Audiencia Nacional, de la que es titular el Juez Fernando Andreu Meralles, cuatro testigos protegidos declararon precisamente sobre hechos pasados que se corresponden exactamente, punto por punto, con los que ahora son noticia en todos los medios. Realizaba el interrogatorio el representante legal de nuestro Forum y de las familias de las víctimas españolas, ruandesas y congolesa, así como de diversos ayuntamientos españoles, el abogado Jordi Palou Loverdos.
Paul Kagame, el mayor criminal en activo
Estos hechos conducen a la conclusión de que, tal y como muchos creemos desde hace ya años, Kagame es el mayor asesino en activo de nuestro mundo. Los hechos se pueden clasificar en tres apartados: 1º Un comando, formado por dos tutsi ruandeses del entorno del presidente Laurent Kabila, organizaron su asesinato así como el de su asesino, por orden de Paul Kagame. El motivo era el impedir importantes acuerdos comerciales con países como China o Venezuela. 2º En la primera invasión del Congo, antes Zaire, Kagame ordenó arrasar con armas pesadas campos como el de Nyamiranwe (en el que fueron asesinados los cuatro maristas españoles) o Katale, con pleno conocimiento de que en ellos no había ni un sola arma, ni un solo miembro de las ex FAR. 3º Kagame dirigió el pillaje sistemático de bancos congoleses así como de sus minerales, en especial diamantes y coltán. Un día fueron descargadas en la residencia de Kagame 20 baúles, de más de un metro cúbico cada uno, llenos de billetes usados de 100 dólares y se trasladaron contenedores de diamantes y sacos de 50 kilogramos de coltán desde el este del Congo a Rwanda.
El Senado
A la misma hora que en la Audiencia, en el Senado hubo un intenso debate (que solo puedo recoger aquí telegráficamente) sobre un presente que resulta ser la exacta repetición de los acontecimientos que en ese mismo momento eran denunciados ante el Juez Andreu. Acontecimientos que sólo en el Congo ocasionaron más de 5 millones de víctimas. El ministro Miguel Ángel Moratinos realizó una exposición sobre la generosa Cooperación Intenacional española. Pero el senador por las Islas Baleares, Pere Sampol, del Bloc per Mallorca, cuestionó el hecho de que España tenga que ayudar al riquísimo Congo con 790 millones de euros, mientra que “aquellos que cuentan”, están impidiendo, mediante los ataques criminales de Ruanda y Nkunda, que ese país pueda disfrutar de sus acuerdos comerciales con China por un monto de casi 10.000 millones de dólares. Con ellos se podrán reconstruir importantes infraestructuras, pagar a sus fuerzas armadas, etc. Esto último preocupa en especial a los atacantes y a sus padrinos. Están muy interesados en que sigan como ahora: sin cobrar, desmotivadas, propensas a un pillaje que las desacredita.
La Resolución 
Tal análisis provocó una reacción bastante condescendiente del ministro. A pesar de que, evidentemente, no estaba bien informado, se consideraba en la posición del que sabe. Pero precisamente ayer, dos semanas después de ese debate en el Senado, ya se hicieron públicas la exigencias de Nkunda al representante de la ONU, Olusegun Obasanjo. La primera de ellas: la revisión de los acuerdos con China. Las seis restantes, puro relleno. De todos modos, poco después, el día 11, los representantes del PSOE aprobaron en el Pleno del Senado la moción del Bloc y de CiU. En ella, en el punto 3, se insta a la ONU a proteger al Congo de agresiones y a garantizar su independencia. Y en el 4, “a garantizar que un Estado soberano como el Congo pueda gestionar y controlar sus recursos naturales de acuerdo con el derecho internacional y establecer libremente convenios comerciales con cualquier Estado”. 
El Auto, algo más que ayuda humanitaria
El senador estaba especialmente molesto por la sonrisa y el gesto de condescendencia del ministro en el momento en que él se refirió al Juez Andreu y a su Auto, en el que se dicta orden de arresto contra 40 máximos cargos del Gobierno de Ruanda. El Auto no se refiere a las grandes masacres que de abril a julio de 1994 cometieron los extremistas hutu porque ellas son competencia del Tribunal Penal Internacional para Ruanda. En la réplica, el senador centró en ello toda su energía, recordó al ministro que el juez y el Auto son un referente mundial en Justicia Internacional y le recomendó su lectura si realmente desea entender esta gran tragedia. En estos momentos la secretaria de Estado de Cooperación está en el Congo. El problema es que no hay posibilidad de acceso a la zona controlada por Nkunda. Ya conocemos estas historias de obstrucción a los observadores y de limpiezas étnicas. En 1997 Caritas Española, en un encomiable gesto de trasparencia, publicó una carta a sus donantes explicándoles que, a pesar de haber recibido cientos de millones de pesetas, no podía acceder a la zona del Congo controlada por el FPR.
Las peticiones del Gobierno del Congo
Y también este fin de semana viajará allí el secretario de Estado de Asuntos Exteriores. Al parecer se entrevistará con miembros del Gobierno y la Asamblea Nacional congolesa. Aunque ya sabemos desde hace semanas sus dos peticiones. La segunda de ellas tiene mucho que ver con España. Las hicieron públicamente a la ONU: Que no se los abandone frente a las agresiones de Ruanda. Y que, en cumplimiento del mandato del Juez Andreu, se arreste a aquellos de los 40 inculpados que, como el general Karake Karenzi, no sólo están en el exterior de Ruanda sino que incluso ocupan cargos dentro de las mismas Naciones Unidas. Ya es hora de que el Gobierno español empiece a hacer algo en ese sentido. En nombre de tantas víctimas ruandesas y congolesas a las que nuestro Forum representa, le haría la misma recomendación que hizo el senador Pere Sampol al ministro y, días después en el Pleno, a todas sus señorías al final de su intervención: Señor secretario de Estado, si quiere entender este inmenso lío, lea el Auto del Juez Andreu. Lo encontrará en: www.veritasrwandaforum.org Entenderá que lo que le hubiese gustado a su ministerio no era posible. No se pueden evitar los conflictos diplomáticos. No se puede perseguir sólo el asesinato de los 9 españoles. En primer lugar, porque según la Justicia Universal, eso sólo es posible en el marco de crímenes contra la humanidad. Y en segundo lugar, porque esos 9 conciudadanos dieron sus vidas por el bien de Ruanda y el Congo. ¿Quién se atrevería ahora a separarlos?
“La República del Congo llora a sus hijos y no quiere consolarse (cf Mt 2,18)”

Declaración de la Comisión Permanente de los Obispos sobre la guerra en el este y noreste de la R.D. del Congo.

1. “Nosotros, arzobispos y obispos, miembros de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo, reunidos en Kinshasa, en sesión extraordinaria del 10 al 13 de noviembre del 2008, afligidos y conmocionados por la tragedia humana en el este y noreste de la R. D. del Congo, lanzamos un grito de desesperación y protesta. En efecto, hace sólo un mes que en nuestra última Conferencia Episcopal Nacional del Congo, la CENCO, a través de su presidente, hizo una declaración sobre la reanudación de las hostilidades en el este y el noreste de la R. D. del Congo. A pesar de nuestros angustiados gritos de ayuda dirigidos tanto a nuestros gobernantes como a la comunidad internacional, la situación en esta parte de nuestro país no ha hecho más que empeorar y está tomando dimensiones insoportables, sumamente inquietantes y capaces de desestabilizar toda la región si no se hace algo urgentemente. Sí, como nos dicen hoy la Escritura: Un clamor se ha oído en la R. D. del Congo, mucho llanto y lamento: es Goma, Kiwanja, Dungu…, es la nación entera que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen (cf. Mt 2, 18). 

¿Un genocidio silencioso?
2. Vivimos un auténtico drama humanitario que, como un genocidio silencioso, se está llevando a cabo bajo los ojos de todos. Las masacres a gran escala de la población civil, el exterminio selectivo de los jóvenes, las violaciones sistemáticas llevadas a cabo como un arma de guerra, se han desencadenado de nuevo con una crueldad y una virulencia impensables contra la población local que jamás ha exigido más que una vida tranquila y digna en sus tierras. ¿Quién estará interesado en semejante drama? 
3. Lo más deplorable es que estos terribles hechos ocurren bajo la mirada impasible de quienes han recibido el mandato de mantener la paz y proteger a la población civil. Nuestros mismos gobernantes se muestran impotentes ante la amplitud de la situación, y dan la impresión de no estar a la altura de los desafíos de la paz, de la defensa de la población congoleña y de la integridad del territorio nacional. La entera clase política no parece comprender la dimensión de su responsabilidad ante este drama que corre el peligro de hipotecar el futuro de la nación. 

Recursos naturales y plan de balcanización: eje de la guerra
4. Es evidente que los recursos naturales de la R. D. de Congo alimentan la avidez de ciertas potencias y no son ajenos a la violencia que se impone a la población. En efecto, todos los conflictos se producen en las rutas económicas y en torno a los yacimientos de minerales. ¿Cómo se puede entender que los diferentes acuerdos sean violados sin ninguna presión eficaz para obligar a sus signatarios a respetarlos? Las distintas conferencias y reuniones para resolver esta crisis no han abordado todavía los temas de fondo y no han hecho otra cosa que postergar y defraudar las aspiraciones legítimas de paz y justicia de nuestro pueblo. Además, el plan de balcanización que no cesamos de denunciar se está llevando a cabo por personas interpuestas. Se tiene la impresión de una gran conspiración que permanece escondida. La grandeza de la R.D. del Congo y sus numerosas riquezas no deben servir de pretexto para hacer de ella una jungla. Pedimos al pueblo congoleño que no ceda jamás a las veleidades de quienes quieren la balcanización de su territorio nacional. Les recomendamos que jamás firmen una revisión de las fronteras establecidas a nivel internacional y reconocidas por la Conferencia de Berlín y los acuerdos posteriores.
5. – Condenamos con vehemencia esta manera innoble de considerar la guerra como medio para resolver los problemas y acceder al poder. El orden constitucional emanado de las elecciones democráticas en nuestro país debe ser mantenido. 
- Denunciamos todos los crímenes cometidos contra ciudadanos pacíficos y desaprobamos de la manera más absoluta toda agresión al territorio nacional. 
- Denunciamos la dejadez con que la comunidad internacional trata los problemas de la agresión de la que nuestro país es víctima. 
¿Qué pedimos? 
6. Pedimos el cese inmediato de las hostilidades y que se garanticen las condiciones de seguridad para el regreso de todos los desplazados a sus tierras. 
7. Con la máxima urgencia apelamos a la solidaridad nacional e internacional para que se aumente la ayuda humanitaria en favor de los miles de hombres, mujeres y niños amontonados en los campamentos. 
8. Invitamos a toda la población congoleña a un despertar nacional para vivir como hermanos y hermanas, en solidaridad y cohesión nacional, para que la R. D. del Congo no se deje llevar hacia la violencia y las divisiones. 
9. Exhortamos al gobierno congoleño a hacer todos los esfuerzos necesarios para restablecer la paz en toda la extensión del territorio nacional. Es el sagrado deber de nuestros gobernantes ejercer sus funciones de gobierno para proteger al pueblo y garantizar la seguridad de las fronteras. Nadie ignora que la falta de un ejército republicano es perjudicial para la paz en el país. 
10. Pedimos a la comunidad internacional que se empeñe sinceramente en hacer respetar el derecho internacional. Consideramos imperiosa la necesidad de enviar una fuerza de pacificación y de estabilización para restablecer los derechos en nuestro país. Todo el mundo ganará más con un Congo en paz, que con un Congo en guerra. 

Compromiso de la Iglesia 
11. Solidaria con los sufrimientos de su pueblo, la Iglesia-familia de Dios que se encuentra en la R. D. del Congo se compromete a acompañar a sus hijos e hijas por el camino de la reconciliación y de la paz. Expresa su reconocimiento a Su Santidad Benedicto XVI por su atención al drama de la R. D. del Congo, por sus repetidos llamados a todos a fin de que busquen una solución pacífica y por la ayuda financiera que él mismo acaba de dar para brindar alivio a la gente desplazada. 
12. Pueda el Señor, que oró durante horas en el huerto de Getsemaní y que sintió como propios los sufrimientos infligidos e impuestos a los miembros de su cuerpo (cf. Mt 25, 31-46), velar con nosotros y sostenernos frente al drama que sufre nuestro país. 
Que la Santísima Virgen María, Reina de la paz, obtenga la paz para nuestra querida patria. 
Dado en Kinshasa, el 13 de noviembre del 2008. Tradujo [NBJ]

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