De la tribu primitiva a la civilización inconclusa.
EL ORIGEN VIOLENTO DEL ESTADO.
Joel Hurtado Ramón.
Primera parte.
Lo que ha continuación voy a manifestar
es probable que explique nuestra condición y está documentado en la exposición de un
personaje que hace un análisis
evolucionario de la humanidad que aun no acaba de encontrar su paso para salir
de la irracionalidad animal que aun nos domina a través de los instintos mas
primarios como son la agresión, la violencia, el crimen y la conquista interna
y supranacional. Los problemas como la invasión a Irak, el conflicto
Georgia-Rusia así como muchos otros que se dan en todos los continentes
constituyen la muestra palpable de que estamos muy lejos de poder llamarnos
pueblos civilizados en su plenitud, entendiendo esto como el desarrollo del
amor universal, la paz interna y externa y la confraternidad mundial; al
contrario los conflictos entre los seres humanos están a la orden del día pero
siempre en beneficio de los menos y en perjuicio de los mas. El egoísmo, el
odio, la ambición y la envidia parecen levantarse por sobre la generosidad, la
camaradería, el compañerismo y la fraternidad resultando como consecuencia lo
que ahora todos vivimos de una u otra manera, sumiéndonos en la zozobra, la
confusión, el miedo y el terror. Son estos tiempos apocalípticos donde no se le
encuentra la cuadratura al circulo ni la salida que nos permita vivir como una
colectividad verdaderamente civilizada y humanizada; seguimos siendo homínidos
territoriales peores que los animales depredadores mas agresivos ya que
mientras ellos matan para alimentarse o defenderse, nosotros matamos por el
placer de matar, con una crueldad inaudita e inconcebible entre seres que nos
llamamos inteligentes y racionales. Nos olvidamos de que también tenemos
padres, hermanos y familiares o seres, al fin, muy cercanos a nuestro corazón,
o ¿es que también hemos perdido el corazón? Las siguientes reflexiones no
constituyen una teoría del estado ni pretenden resolver el problema en si, solo
vislumbra sus orígenes y es un indicador de una situación social que se ve tanto con la razón como con
el espíritu de un ser altamente evolucionado. Quienes han buscado en otros
campos y se han ocupado de otros planos saben de lo que hablo y a quien me
refiero, para los demás espero que sea de alguna utilidad, cuando menos para
sumergirnos en otros pensamientos. La entrega será como en otras ocasiones por
partes, posiblemente no más de seis, para no abusar del espacio que
generosamente nos concede el Diario de Xalapa semana a semana.
EL DESARROLLO DEL ESTADO
EL ESTADO es una
evolución beneficiosa de la civilización; representa la ganancia neta de la
sociedad tras los estragos y sufrimientos de la guerra. Incluso la habilidad
del estadista no es sino la acumulación de técnicas para ajustar la enconada
contienda de fuerza entre las tribus y naciones en conflicto.
El estado moderno es la institución que sobrevivió a la
prolongada lucha por el poder del grupo. El poder superior, a la larga,
prevaleció y produjo una obra de hecho —Estado— juntamente con el mito moral de
la obligación absoluta del ciudadano de vivir y morir por el estado. Mas el
estado no es de génesis divina; ni siquiera fue producido por la acción humana
volitivamente inteligente; es una institución puramente evolucionaria y tuvo un
origen totalmente automático.
1. LA ETAPA EMBRIONARIA DEL ESTADO
El estado es una organización reguladora social territorial, y
el estado más fuerte, más eficaz, y más duradero consta de una sola nación cuya
gente tiene en común una lengua, costumbres e instituciones.
Los primeros estados fueron pequeños y surgieron todos como
resultado de la conquista. No se originaron por asociaciones voluntarias. Gran
parte fueron fundados por conquistadores nómadas, los cuales acometían a los
pastores pacíficos o labriegos establecidos para dominarlos y esclavizarlos.
Dichos estados, resultantes de la conquista, fueron forzosamente
estratificados; las clases resultaron inevitables, y las luchas de clases
sociales no han dejado de ser selectivas.
Las tribus septentrionales de los hombres rojos americanos
nunca alcanzaron la verdadera condición de estado. Nunca progresaron más allá
de una confederación poco unida de tribus, una forma muy primitiva del estado.
Se aproximó más a esta condición la federación iroquesa, pero este grupo de
seis naciones nunca llegó a funcionar a manera de estado y no logró sobrevivir
debido a la ausencia de ciertos elementos esenciales para la vida nacional
moderna, tales como:
4. Organización familiar práctica. Estos hombres rojos se
aferraban a la familia materna y la herencia del sobrino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario