La corrupción
es una enorme serpiente que amenaza devorarlo todo, lo mismo en México que en
cualquier otro país del mundo, el más o el menos es lo único que hace la
diferencia. La corrupción propicia toda clase de desajustes sociales, el
narcotráfico es la confirmación proyectándose en todas las areas tanto
económicas como políticas y, aun, en aquellas que no lo son pero igualmente se
ven impactadas por la misma enfermedad
social, sin embargo el caso de Hong Kong demuestra que no hay mal que sea para toda la eternidad si existe la
voluntad firme y decidida de terminar con él, enfrentándolo de la manera
adecuada. A continuación publico un documento que confirma lo anterior.
El Hong Kong
posterior a la segunda guerra mundial aparentaba ser un caso irremediable de
corrupción. Era bien sabido que todos los niveles de la sociedad se encontraban
de alguna u otra manera inmiscuidos en la corrupción. En especial la policía,
los servicios tributarios y la oficina de inmigración eran percibidos como los
más corruptos. La ciudadanía se había habituado ya a las prácticas corruptas.
En algún
momento la autoridad se decidió a emprender drásticas medidas que no fueron
bien recibidas, al menos al principio, por la población. El éxito de tales
medidas ha demostrado que es posible alcanzar resultados exitosos en la lucha
contra la corrupción aunque estos tomen algunos años en presentarse.
El éxito de
tales medidas se debe a una combinación adecuada de tácticas como la educación
y prevención tempranas, una mayor intolerancia de la sociedad hacia las
prácticas corruptas, y una creciente legitimidad de las instituciones de
gobierno.
En 1974 se
crea la
Comisión Independiente contra la Corrupción (ICAC,
por sus siglas en inglés) con el único propósito de combatir la corrupción. La Comisión está dirigida
por un Comisionado que rinde cuentas directamente al Gobernador (Jefe del
Ejecutivo desde Julio de 1997) que es el poder ejecutivo más alto en Hong Kong.
A pesar de ser considerado uno de los más exitosos esfuerzos anticorrupción es
cierto que no fue el primero de este tipo, pues le precedieron el Buró de
Investigación de Prácticas Corruptas de Singapur (1952) y la Administración
Anticorrupción de Malasia (1967)
Condiciones
históricas.
A inicios de
los setenta la corrupción en Hong Kong no era exclusiva de las instituciones y
corporaciones de gobierno sino que se encontraba presente también en el sector
privado. Era una práctica regular el pago de comisiones secretas a empleados
como una costumbre en los negocios. Pero la corrupción no era un fenómeno
reciente en Hong Kong, sino que desde 1841 cuando Gran Bretaña ocupó su
territorio y se implantó el sistema del common law con lo que las
autoridades locales podían promulgar leyes para la "paz, el orden y el
buen gobierno." El control mínimo ejercido por Gran Bretaña permitió el
desarrollo de un sistema de "libertad para todo" en los negocios que
tenían lugar en Hong Kong. Fue varias décadas después, en 1898, cuando se
agregaron algunas leyes relativas al soborno: la Ordenanza de Castigo a
Delitos Menores se convirtió en ley en febrero de 1898, constituyendo la base
de toda la legislación subsecuente en materia de sobornos y corrupción. Tal
ordenanza incrementó la severidad del castigo para el soborno.
Luego de la
invasión japonesa al sur de China las condiciones que propiciaban la corrupción
se exacerbaron ya que el territorio recibió un flujo masivo de migrantes que
huían de la invasión. En ese año, 1938, la población de Hong Kong se incrementó
en casi medio millón de habitantes.
Entonces, la
corrupción se convirtió en un impuesto extraoficial que debían pagar quienes
deseaban recibir un servicio y una fuente adicional de dinero extra a quienes
los proporcionaban. Aún después de la expulsión de las fuerzas japonesas en
1945 la corrupción perduró en Hong Kong. Al mismo tiempo las olas de refugiados
chinos no solo no se detuvieron, sino que se incrementaron durante los
cuarenta.
II
A pesar de
que durante esa década se reforzaron las leyes contra la corrupción tales
reformas tuvieron resultados limitados debido a la saturación del territorio
por una población demandante de servicios públicos. En un territorio donde los
recursos son escasos era necesario asegurar, de cualquier forma, su abasto de
bienes y servicios.
La corrupción
policial se reflejaba en varios ámbitos, entre los que destacan los siguientes:
·
Narcotráfico:
Hong Kong ha sido un centro de procesamiento y distribución de drogas desde el
siglo XIX. En los setentas se estimaba que 50 toneladas de opio y 10 toneladas
de morfina entraban a Hong Kong cada año (provenientes del llamado "Triángulo
de Oro", formado por Burma, Laos y Tailandia)
·
Prostitución y apuestas clandestinas: La
policía protegía tales actividades y se sabe que algunos casinos clandestinos
llegaron a pagar hasta HK$ 10,000 diarios a la vez que esperaban recibir
apuestas por un total de HK$ 600,000 al día.
·
Infracciones de tránsito: Se estima que
aproximadamente HK$ 65,000 eran recolectados mensualmente, distribuidos a lo
largo de la jerarquía del sindicato policial.
En 1971 se
promulgó la Ordenanza
de Prevención del Soborno, basada en investigaciones sobre la lucha
anticorrupción de otros países como Singapur y Malasia. Sin embargo la nueva
ordenanza no pudo revertir la creciente corrupción. Miles de ciudadanos
salieron a las calles a exigir medidas más eficientes para, al menos, disminuir
la corrupción.
En el año
1973 cerca de 300 oficiales de policía, destacando dos superintendentes y
veintiséis inspectores se jubilaron de manera prematura o renunciaron a la Real Fuerza de
Policía. Muchos abandonaron Hong Kong y no pudieron ser juzgados. La
investigación sobre el superintendente Peter Godber encontró cuentas del
funcionario por HK$ 4.3 millones en bancos de seis países, suma que equivalía a
seis veces su sueldo neto total durante un plazo de veinte años.
Godber fue
notificado de la investigación y se le otorgó un plazo de siete días para
explicar las irregularidades. Haciendo uso de su conocimiento de los sistemas
de seguridad y barreras policiales escapó hacia Londres. La legislación
existente no contemplaba la posibilidad de que Godber fuera enviado de vuelta a
Hong Kong. El gobernador designó al Juez Sir Alastair Blair-Kerr en una
comisión de investigación para indagar las circunstancias del escape de Godber
y estudiar el problema de la corrupción en Hong Kong.
El escenario de
la corrupción policial imperante se resume en tres etapas clave, todas ellas
conocidas por el personal policiaco:
·
"Subirse
al camión", que significa aceptar y unirse a la corrupción.
·
"Correr al lado del camión", donde
no se acepta la corrupción pero no se interfiere con ella, y
·
"No te pares nunca frente a un
camión" donde si pretende interferir con la corrupción el policía será
"arrollado" por el camión.
Blair-Kerr
presentó, luego de tres meses de haber iniciado su trabajo, un reporte donde
explicaba los detalles de la huida de Godber y además presentó un cuadro de
diagnóstico de la corrupción en Hong Kong. Recomendó que las leyes
anticorrupción se hicieren más estrictas y delineó los pros y contras de que la
anterior agencia anticorrupción, la
ACO , estuviese adscrita a la fuerza policiaca.
III
Bajo tales
circunstancias el gobernador Sir Murray MacLehose anunció en octubre de 1973 la
creación de la ICAC ,
un organismo independiente del gobierno al cual se transfirió, prácticamente,
la responsabilidad del cuerpo de policía existente en las tareas
anticorrupción. La población no hubiese confiado en una unidad anticorrupción
adscrita a la Fuerza
Policiaca.
Existían
varias restricciones prácticas para una oficina anticorrupción localizada fuera
de la fuerza policiaca, la más importante era la de determinar de donde provendrían
los investigadores, así como evitar que se crearan dos fuerzas policiacas, una
interna y otra externa, con los respectivos problemas de redundancia y
conflictos de organización.
Jack Cater,
un retirado funcionario de gobierno, fue convencido para dirigir la comisión.
Cater fue Secretario de Comercio e Industria durante varios años y era muy
apreciado por la población china local. La ICAC recibió vastas facultades para perseguir la
corrupción. La idea fundamental era la total independencia de la comisión por
lo que se dispuso que la ICAC
reportara directamente al gobernador y no por medio de alguna dependencia
legislativa o ejecutiva. Los empleados de la ICAC no formaban parte del servicio civil de Hong
Kong.
Se
establecieron comités asesores integrados por ciudadanos desde un principio, en
los que se incluyeron a críticos del gobierno. 5 de estos comités fueron
formados:
·
Comité
Asesor sobre la
Corrupción. Era el comité asesor de más alto nivel e incluye
a siete ciudadanos prominentes y a un oficial gubernamental. Al nivel de
políticas internas la ICAC
está bajo la guía del Comité Asesor sobre Corrupción, el cual revisa y asesora
al Comisionado sobre todos los aspectos de las políticas implementadas, la
estrategia y la legislación contra la corrupción.
·
Comité de Revisión de Operaciones, que a
analiza las investigaciones, prácticas y procedimientos del ICAC.
·
Comité Asesor sobre la Prevención de la Corrupción , que
supervisa las asignaciones y reportes de la ICAC sobre la prevención de la corrupción.
·
Comité Asesor de Ciudadanos sobre Relaciones
con la Colectividad ,
que proporciona asesoría sobre políticas para campañas publicitarias y enfoques
educativos y morales para combatir la corrupción.
·
Comité de Quejas de la ICAC que recibe quejas del
público con respecto a los funcionarios de la ICAC o sobre prácticas o procedimientos de la
misma.
Cater se
dispuso a organizar la
Comisión de manera que se garantizara su incorruptibilidad.
Los premios, al igual que los castigos eran de gran magnitud. Los contratos se
estructuraron en plazos de 2 años y medio y sólo eran renovados de acuerdo al
desempeño mostrado. Cater gozaba de un poder legal absoluto para dar de baja a
funcionarios de la ICAC ,
en caso de ser necesario y sin la necesidad de una "indicación de
causa."
Se creó una
unidad interna que tenía acceso encubierto a las cuentas bancarias de los
funcionarios y en caso de detectar movimientos sospechosos se colocaba bajo
vigilancia a los funcionarios involucrados.
IV
·
Departamento
de Operaciones. El cual recibe e investiga los reportes de sospechas de delitos
de corrupción de acuerdo con la
Ordenanza para la Prevención del Soborno y la Ordenanza de la ICAC.
·
Departamento de Relaciones con la Colectividad. El
cual pretende educar al público contra los males de la corrupción y busca el
apoyo de la sociedad civil para combatir el problema. Trabaja a través de los
medios masivos y educativos de la comunidad.
·
Departamento para Prevención de la Corrupción. Su
tarea es la identificar y eliminar los incentivos "perversos" que
generan la corrupción en gobierno, organismos públicos y organizaciones que
reciben recursos del gobierno.
Resultados
obtenidos.
Entre 1974 y
1975 la ICAC
recibió 6,368 quejas de corrupción de las cuales investigó 2,466. Se
presentaron 108 casos a Juicio en 1974 y 218 en 1975.
Entre febrero
de 1974 y octubre de 1977 la ICAC
arrestó a 260 policías bajo acusaciones de corrupción. Se enjuició a
funcionarios de los departamentos de Bomberos, Vivienda, Inmigración, Trabajo,
Marítimo, Médico, Administración de Nuevos Territorios, Correos, Prisiones,
Obras Públicas, Transporte y Servicios Urbanos.
Las pesquisas
de la ICAC
alcanzaron también al sector privado, en 1975 un contratista de construcciones
renombrado, Paul Lee, fue condenado por soborno a funcionarios del departamento
de Obras Públicas. En marzo de 1976 una de las más grandes y antiguas firmas,
Gilman & Company, fue multada por ofrecer comisiones a empleados de otras
compañías. La multa ascendió a HK$ 90,000. Durante 1982 más de una tercera
parte de los reportes de la ICAC
involucraban a empresas privadas.
En 1982 el
Departamento para la
Prevención de la Corrupción había efectuado casi 500 estudios
sobre diversas políticas y prácticas en las dependencias gubernamentales. Más
de 10,000 oficiales habían asistido a sus seminarios de capacitación.
El
Departamento de Relaciones con la Colectividad había establecido 10 oficinas
locales donde se habían recibido más de 10,000 reportes sobre actividades
corruptas. A la vez celebró más de 19,000 actividades especiales (seminarios,
campamentos, exhibiciones y competencias) y había producido estuches de
enseñanza "anticorrupción" para escuelas.
En muy poco
tiempo la ICAC
se convirtió en la organización gubernamental más notoria de Hong Kong. Su
presupuesto aumentó de US$ 2 millones en 1974 a US$ 14 millones en 1982. Jack Cater se
retiró de la comisión en 1978 para ser Secretario en Jefe del Gobierno de Hong
Kong y posteriormente fue distinguido como Caballero de la Colonia.
Al momento
que estye documento se hizo posible la Policía Real de Hong Kong era una de las mayores
organizaciones policiacas urbanas del mundo, sumando cerca de 27,000 oficiales
regulares y 5,000 oficiales auxiliares de tiempo parcial.
Referencias
·
Independent
Commision Against Corruption, Página Web: www.icac.org.hk Consultada el 17 de septiembre de 2001.
·
Roemer, Andrés; "Economía del
Crimen"; Noriega Editores, 2001, México.
·
Speville, Bertrand
de; "Hong Kong : Policy Initiatives
against Corruption", OECD Development Centre Studies. 1997, Hong
Kong.
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