MEDIDORES DE AGUA TRAMPOSOS EN XALAPA Joel Hurtado Ramón

MEDIDORES DE AGUA TRAMPOSOS EN XALAPA

Joel Hurtado Ramón

El agua es el líquido vital por excelencia después del aire y se ha convertido, junto a la tierra, en un gran negocio global.

Existen especialistas que se han atrevido a decir que las futuras guerras serán, precisamente, por la posesión de este precioso elemento.

El agua convertida   en refresco, o simplemente embotellada,  vendida por barril, es mucho más cara que el petróleo, en pocas palabras es el negocio de todos los siglos.

Hay por ahí un slogan, para justificar la comercialización del líquido vital, que  nos dice que el agua nos la da Dios pero no la entuba, lo que no nos dice es que Dios tampoco nos la dio para convertirla en el gran negocio que es.

En algunas zonas de la entidad el agua se ha convertido  en la joya de la corona que los partidos políticos se disputan siempre, pues de ahí salen recursos para diversas actividades partidistas y personales.

En Xalapa no tengo idea de cómo se administra el vital líquido y en qué forma se distribuyen los recursos que genera, lo que si se es que hace algunos años el cobro se hacía bimestral, como se sigue cobrando la energía eléctrica actualmente, pero no sé a qué astuto presidente se le ocurrió la “brillante” idea de cobrarla mensualmente. A partir de ahí el agua nos sale más cara que la “luz” a los que la pagamos, porque tengo entendido que algunas personas no la pagan porque son muy pobres, otras porque son muy ricas y otras más porque son demasiado “vivas”. Sé, también, que algunas personas se han vuelto millonarias cuando han tenido la oportunidad de administrarla y no hablo de los presidentes municipales precisamente.

Todo esto viene a colación por algunas experiencias que me han tocado vivir con el pago del agua en un comedor familiar, ya que solo se sirve una comida al día seis veces a la semana, experiencias que  no solo nosotros experimentamos.

Hace algunos años nos cambiaron un medidor con el cual nunca tuvimos problemas, pero a partir de ahí  todo cambió porque los cobros  empezaron a subir.

Ante nuestra inconformidad se presentaron algunos inspectores y uno de ellos nos comentó que las irregularidades en el medidor se debían a que eran importados de China y que por eso no funcionaban correctamente, entre otro el nuestro, si es cierto o no solo ellos lo saben.

A partir de entonces los cobros se empezaron a disparar y  tenemos que estar constantemente solicitando la revisión de los mismos cuando estos son demasiado altos, pero la irregularidad nunca termina.

Se debe tomar en cuenta que el servicio del agua en Xalapa no es eficiente, debido fundamentalmente a que nos surtimos de una fuente de agua que no pertenece al estado sino a Puebla y que cuando de alguna manera se trata de resolverlo con fuentes propias  surgen los “ecologistas” por todos lados para evitar que tal cosa suceda, pero tampoco dan una solución al respecto.

Es así que los problemas continúan ya que los tandeos son permanentes tanto en tiempos de lluvias como en tiempos de seca.

Cuando los tiempos son de lluvia nos explican que las aguas vienen turbias y que deben dejarse reposar un tiempo prudente y cuando no hay,  precisamente por eso, la cosa es que de todos modos “Juan te llamas”.

Generalmente semana a semana padecemos escases de agua tres días y a veces más, es importante señalar que no es un problema que venga de la actual administración municipal pero si se ha agudizado, cuando menos en el lugar donde nosotros estamos.

Sin embargo, con escases o sin ella, los recibos siempre van más a la  alza que a la baja.

Tampoco podemos culpar  al presidente municipal, quien está haciendo un trabajo eficaz, de las anomalías sufridas en esta área, pues se supone que existe  en la comuna  alguien que representa  los intereses de los usuarios, además del alcalde, y por lo tanto debe de estar pendiente de los problemas del agua en particular.

También existe la Comisión Municipal de Agua Potable y Saneamiento, CMAS,  pero aquí lo único que hacen es ajustar los cobros un poco a la baja y nada más.

En este caso particular los cobros oscilan entre cuatrocientos y ochocientos pesos pero en los dos últimos meses se han disparado a más de mil pesos. Cuando fui a CEMAS a solicitar una explicación al respecto con el responsable,  a quien nunca vi,  me envió con otra persona, la que a su vez me llevó con un señor a quien le mostré el  último recibo que nos había llegado de 1136 pesos. Este de entrada me dijo que estaba mal, que harían una revisión, pero curiosamente el día de la revisión no hubo agua, para variar, haciéndole, el inspector, firmar un documento a mi esposa del cual no le dieron copia.

Después solicité una revisión del medidor, se lo llevaron un día y lo regresaron al siguiente con el resultado que el medidor estaba bien, ya para entonces nos había llegado el siguiente recibo con un total de 2336 pesos de los cuales solo quitaron los recargos viéndome obligado a pagar 1519 pesos.

Está por demás decir que este año ha sido pésimo para la mayoría de los pequeños comerciantes por la crisis económica padecida  y en cuanto al comedor la clientela ha bajado a casi el cincuenta por ciento, pero el cobro de agua se ha duplicado, contra toda lógica, pese a esto, y los tandeos, debido a un medidor tramposo.