EL AÑO
DEL PERDÓN
Joel Hurtado Ramón
Este año debiera ser el año del
perdón. Todos los gobernantes y ex gobernantes del mundo debieran de pedir perdón
por todos los errores garrafales en el que han incurrido en forma constante y
permanente, sobre todo los de las
potencias mundiales que se encuentran dirigidas por pequeñas elites
materialmente ambiciosas y espiritualmente miserables, haciendo de este planeta
un hogar desordenado y empobrecido lleno de guerras, enfermedades, hambrunas,
desempleos, drogadicciones, desastres contra naturas e inseguridad social.
Pero esta elite egoísta formada por
todos los multimillonarios del mundo, jamás pedirán perdón porque su petulancia
y soberbia no les permite aceptar que son la causa de la consecuencia, ya que están
muy ocupados llenándose de dinero en las bolsas de valores, y en otras partes
también, como sucede en los Estados Unidos donde estas pequeñas elites están
siempre a la alza mientras el pueblo padece penurias; donde la macroeconomía, como
siempre, favorece a unos cuantos y la microeconomía o domestica sigue estancada
arruinando a los más necesitados.. Algo similar sucede en los países
tercermundistas y subdesarrollados como México pero con mayor crudeza.
En la BBC de
Londres se confirma lo anterior mediante un reportaje de Marcelo Justo en donde se vislumbra el fracaso de un sistema
forjado en la codicia humana.
La consulta a más de 29 mil personas en 27 países pone de
manifiesto un fuerte rechazo al vencedor de la Guerra Fría : el
capitalismo.
Sólo un 11% de los encuestados cree que el sistema está
funcionando.
La gran mayoría piensa que se necesita una profunda reforma
del capitalismo para que sirva como sistema económico-social.
La crítica es tal que hubo una fuerte división entre los que
valoran positivamente el fin de la Unión Soviética y los que piensan que fue un
hecho negativo.
Este desencanto tiene
curiosos paralelos con lo ocurrido con el marxismo.
En el siglo XIX, el socialismo y el comunismo se propusieron
expresar el descontento de los sectores más postergados del capitalismo ante la
miseria y la extrema desigualdad de la época.
El problema fue que la praxis concreta del comunismo en el
siglo XX llevó a una dramática divergencia entre el optimismo de las consignas
(el "paraíso de los trabajadores") y la realidad cotidiana de
sociedades sometidas a gobiernos represivos y pesadillas burocráticas.
Esta diferencia llevó a los comentaristas de la época a
distinguir entre un "socialismo real" y otro "ideal" que
sólo existía en el universo platónico de los manuales de texto y las consignas.
Una diferencia similar se puede plantear actualmente entre
el "capitalismo real" y el "ideal" que se difunde por un
complejo proceso mediático y visual.
El paraíso del consumo feliz que impregna el discurso social
tiene poco que ver con la percepción cotidiana de las mayorías.
La crisis económica mundial ha contribuido decisivamente a
poner al desnudo esta discrepancia.
Por otra parte y en el mismo medio Robert Ward, director de
Global Projection del Economist Intelligence Unit (EIU) afirma que a este tema
central, se añaden la incierta salud del sistema financiero, la creciente
presencia de burbujas especulativas y los imponderables de todo futuro (de
posibles epidemias a atentados terroristas o complicaciones geopolíticas).
Según el Premio Nobel de economía Paul
Krugman, Estados Unidos necesita una nueva inyección fiscal, pero por el
momento esta no parece la política del gobierno de Barack Obama.
Con este panorama, gran parte de los
analistas prevén una salida de la crisis en "W": caída, recuperación,
nueva caída, y nueva recuperación.
En la ensalada de letras que usan los economistas para
describir las perspectivas, el gran temor hoy es una L como la experimentada
por la economía japonesa en los '90: caída seguida por un largo estancamiento
El mismo dilema enfrentan las economías desarrolladas
sometidas a una doble tenaza de gigantesco endeudamiento y creciente desempleo
que, en los 30 países del selecto grupo de la OCDE (Organización para la Cooperación y el
Desarrollo), alcanzará este año a más de 60 millones de personas, casi el doble
del que había al inicio de la crisis.
Si al creciente desempleo se le suma el estancamiento o
retroceso de los salarios reales, se ve la dificultad que tiene el mundo
desarrollado para sostener el nivel de la demanda y el consumo, como señaló a
la misma BBC Mundo Graham Turner,
director de la consultora GFC y autor de "No Way to Run an Economy",
uno de los pocos economistas que anticipó la crisis actual.
"La caída del salario real comenzó hace tres décadas y
está detrás de esta crisis. Durante un tiempo la manera de compensar esa caída
de la demanda fue con la proliferación del crédito y la deuda. Este modelo
explotó y no tenemos nada en su lugar", puntualiza Turner
Si esto ha sucedido en los países desarrollados imaginemos
lo que pasa en México donde el salario real lo tienen hecho añicos los mismos
capitalista desde tiempos mas remotos, consolidándose con los gobiernos
panistas, lo que es parte causal de que los jóvenes se entreguen a la
emigración, el narcosatanismo, la extorsión,
el secuestro y lo que se le acumule, entonces ¿de qué se quejan? En el pecado
está la penitencia, el problema es que nos están invitando a todos.
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