MEADE,
PEPE Y LA CORRIENTE CRÍTICA
Joel
Hurtado Ramón
La reciente decisión del
Partido Revolucionario Institucional, a favor de José Antonio Meade, puso en
movimiento su enorme maquinaria político electoral como hacía mucho tiempo
no se veía.
Al entusiasmo por el
candidato elegido se sumó la precisión con
la que se llevó a cabo la visita de las siete casas, realizada a todos los sectores del partido, estando
todo muy bien organizado.
El candidato ciudadano se
vio también con una gran apostura, y muy echado para adelante como si se hubiera preparando, desde mucho tiempo atrás, para el
enorme reto de ganar la Presidencia de la República.
Meade se presentó como un
personaje capaz y seguro de sí mismo,
como si supiera lo que son sus alas.
Su enorme experiencia
administrativa de más de veinte años al servicio del país, y su conocimiento
profundo sobre los problemas políticos,
económicos y sociales que este ha tenido
que superar, le han dado ese vigor personal que ha venido demostrando en sus apariciones
públicas y los discursos pronunciados.
El que sí se sintió muy
molesto con la revelación de esa
candidatura fue Andrés Manuel López
Obrador, que en su primera aparición
pública, después de darse a conocer esa decisión, apareció con el rostro
desencajado y sumamente molesto, lanzando sus insultos característicos a diestra y siniestra, desde el de señoritingo
hasta el títere de la mafia del poder, que es la única tonada que se sabe
y que está, para desgracia de él, ya muy
gastada. Y sus fans, que son igual de agresivos que su líder, y muy poco
reflexivos también, se preparan para una campaña de denostación en contra de
Meade.
Lo cierto es que Peña Nieto,
en una decisión inédita y en una jugada de cuatro bandas, ha logrado unir todas
las fuerzas del institucional a favor de
José Antonio Meade, cuando muchos de sus enemigos ya se frotaban las manos
pensando que habría una desbandada que heriría de muerte al PRI.
Con esto, el partido surgido
de la revolución mexicana se posiciona como la segunda fuerza electoral en las
encuestas y Meade de la misma manera, demostrando que hay mucho PRI por
delante, sobre todo, ahora que su candidato ha estado manifestando, entre sus
objetivos, hacer de la Nación una potencia mundial, continuando con el proyecto
que ya se inició en el 2012 con las reformas estructurales, que son,
prácticamente, los cimientos del México del nuevo milenio.
Lo anterior me recuerda los
años setenta, cuando era yo un joven optimista, actualmente lo sigo siendo,
dispuesto a comerme el mundo de un bocado.
La política era mi pasión, mi ilusión y mi
vida; pero por esos avatares del destino tuve el privilegio de conocer a un verdadero filósofo, amigo de la
sabiduría, de la antiquísima escuela de iniciación a la que pertenecieron
muchos filósofos de la antigüedad, aquellos que pregonaban, y practicaban la frase inscrita en el templo de Apolo
en Delfos, “conócete a ti mismo y
conocerás a Dios”. Este hombre cambió mi percepción de la vida, reencauzando mi
existencia.
El nombre de este sabio, ciudadano del mundo, era José Manuel
Estrada Vázquez, uno de los fundadores de un gran movimiento humanista, que lenta, silenciosa, pero continuamente crece por todo el mundo: la Gran Fraternidad
Universal.
En una de las múltiples
ocasiones que tuve la oportunidad de platicar con él hice un comentario de
corte político y el irónicamente me dijo “usted todo lo ve político pero ni la política
como se concibe actualmente ni los partidos políticos resolverán los problemas
de la humanidad, los partidos políticos están como su nombre lo indica,
partidos, los que resolverán los problemas de la humanidad serán los espíritus
acuarianos, más evolucionados, que poco a poco irán surgiendo en el transcurso
de los tiempos; ellos estarán en la economía, las finanzas, el arte, la
política y en todas las actividades de los seres humanos” ahora escucho hablar de los niños índigos,
los niños cristal, y tantos otros
adjetivos que le ponen a los niños inquietos, inteligentes y fuera de serie que
nacen día a día, son tan fuera de serie que a muchos padres y maestros les
cuesta trabajo comprenderlos y tolerarlos, aclaro, esto no tiene que ver con
esos otros jóvenes que han hecho del
vandalismo un modus operandi, existen en estos momentos millones de jóvenes que
están haciendo un trabajo excelente y constructivo en las diversas áreas del quehacer humano, y
eso es solo el comienzo de una nueva era que apenas está surgiendo. José Antonio
Meade y Pepe Yunes son un ejemplo.
En otra ocasión me dijo: “
México está llamado a ser una potencia mundial, junto con toda Latinoamérica,
la conquista irá de aquí a todo el mundo, será una conquista diferente a la que
vino de Europa, porque será una conquista espiritual más que material. América,
el continente, se convertirá en el
continente de la esperanza, México será como los Estados Unidos, nada más que a
diferencia de este país será una potencia material y moral “
Traigo a colación todo
esto porque, últimamente, Meade está
hablando de que nuestro país tiene todo para ser una potencia mundial y que
está en nosotros lograrlo, y tiene mucha razón, por eso está haciendo tanto
hincapié en un cambio de actitud, porque ciertamente tenemos todo, lo único que
nos falta es la actitud. Debemos de hacer a un lado el derrotismo que siempre
nos acompaña, el pesimismo y el escepticismo que nos pesa como una losa. El
importamadrismo, el lloriqueo y la quejumbre que ya es prácticamente un estilo.
Imaginemos a Japón y a los
alemanes después de la derrota de la segunda guerra mundial, quedaron
destruidos y en ruina total, ¿se pusieron a
buscar culpables de su situación o se pusieron a trabajar? Actualmente
los dos países son una potencia mundial, a pesar de todo lo que han tenido que
enfrentar un día sí y otro también, ¿la diferencia? la actitud.
Ciertamente nuestros
orígenes son distintos como nación. Aquí llegaron los españoles ambiciosos,
astutos y zorrunos, el indígena se volvió ladino, “si patroncito, como no
jefecito, lo que usted diga y mande” de esa pésima combinación surgimos
nosotros los mestizos, que algún día, que ya está muy próximo, nos
consolidaremos como una nueva raza de gran espiritualidad. Por mi raza hablara
el espíritu, decía José Vasconcelos. Menos por menos da más.
La lucha más dura del actual
candidato priísta no será contra ninguna potencia extranjera, la lucha más ruda
y destructiva será contra nosotros mismos, porque será contra todos nuestros
demonios, pero el éxito de su proyecto está asegurado, no por él, sino a pesar
de él, no por nosotros sino a pesar de nosotros. Ese Salinas y ese Obrador que
todos llevamos dentro han cumplido su ciclo, como los mayas lo predijeron. “Se
irán los osos meleros, se irán las zarigüeyas ladronas, llegarán los reyes
jaguares, los reyes solares, de quinientos años será su mandato”.
Definitivamente no todo se
logrará de la noche a la mañana, no existe varita mágica, pero de que son los
tiempos del despegue de nuestra nación no me cabe ninguna duda, a pesar de las
plañideras que todo lo ven negro y obscuro, que
en vez de estar llorando, obaculizando mental y físicamente, deben
dedicarse a poner su granito de arena, todos debemos hacerlo, porque nadie lo
hará por nosotros.
Los grandes retos a vencer
en estos momentos, son, como todos lo sabemos, no solo la inseguridad, que los
panistas convirtieron en una hidra de mil cabezas, sino también la miseria, el
hambre, la salud, la educación y lo que ustedes le quieran agregar como la corrupción
y la impunidad, entre otros escollos.
El cinismo y la desfachatez
deben terminar de una vez por todas, dejando de ver la paja en el ojo ajeno
para sacar la viga del nuestro. Estos son vicios añejos que nos han podrido
hasta los huesos.
Si queremos que Meade, de
triunfar, haga su trabajo, hagamos también el nuestro.
El político debe ser honesto
y no pillo, intrigante, hipócrita y cínico; el empresario igual o mejor, porque
en él y los trabajadores está la productividad, con riqueza equitativamente distribuida.
Todos los mexicanos tenemos algo que aportar para que México se convierta en la
patria que queremos tener, y sea como el poeta la definía: impecable y diamantina.
La Corriente Crítica
Democratizadora en Veracruz está en esta vertiente y actitud positiva y
constructiva, junto a José Antonio Meade
y José Yunes, ya que desde hace algunos meses estamos dando la batalla contra
la herencia maldita del reciente pasado en Veracruz y los problemas del
presente en donde la inseguridad, el desempleo y la crisis económica son el pan
nuestro de cada día.
En la vida no hay
casualidades sino causalidades, y de alguna manera los grandes amigos han sido
unidos en un destino común, para el cual han sido preparados durante décadas, y
cumplan así su importante y trascendental misión en bien de Veracruz y
México.
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