El Maestre Habla...
TODO ES UNO...
Joel Hurtado Ramón
“Todo está íntimamente
ligado” hemos dicho anteriormente; sin embargo, para Einstein, el Espacio,
el Tiempo, la Materia, la Energía y el Movimiento están abolidos como nociones
primarias e independientes, mientras que para Henri Poincaré “las diversas
partes del Cosmos” son los órganos de un mismo cuerpo.
No se trata de saber
si la naturaleza es UNA, porque eso es evidente, sino de saber CÓMO es UNA. . .
En su Ciencia
e Hipótesis, el célebre sabio francés prosigue: “Aun los que no creen en
que las leyes naturales sean simples, están obligados a generalizar hasta obrar
como si lo admitiesen”. Es inútil experimentar con idea preconcebida, es
imposible generalizar o formular una hipótesis sin emplear la analogía, y vale
más generalizar sin certeza que no generalizar nada, reservándose la libertad
de rechazar más tarde una hipótesis que se hubiera reconocido falsa. Adivinar
antes de demostrar es lo que aconseja el famoso matemático; de esta manera se
han hecho los grandes descubrimientos.
A su vez, E. Arnaud
parte de los 3 principios: un primer aspecto (energético) llamado Espíritu-Vida,
un segundo (concentración) llamado Materia y un tercer aspecto
(constructivo-polarizador) el Pensamiento. Con Energía, Materia y
Pensamiento, él ha construido un sistema de diferenciación, y ello desde el
Ether No. 0 (Absoluto) hasta el Ether No. 7 (el Mundo Físico). Como estos tres
principios: Energía, Materia e Inteligencia son la tríada habitual (cuerpo,
alma, espíritu), Charles Henry, que también ha considerado este problema, ha
tratado de aportar una solución matemática. Este sabio, Director del
Laboratorio de la Sorbona de París, dice que la vida puede ser considerada como
el resultado de un equilibrio entre fuerzas gravitantes o
materiales, fuerzas biopsíquicas y fuerzas electro-magnéticas.
Estas fuerzas que él designa bajo el nombre de Resonadores son
susceptibles de aportar nuevas luces, no solamente en el problema de la vida,
sino también en el de la supervivencia.
No nos detendremos en comentar estos
puntos de vista, porque con los Maharajás de Benarés, decimos: “no existe
religión más elevada que la Verdad...” y su verdadero origen es la ciencia. Es
cierto que la ciencia hace muchos materialistas, pero esto pondrá al estudiante
en guardia contra los fariseos de todos los matices y le conducirá después
hacia Dios, porque no puede ser de otra manera para el que conserva su
equilibrio.
Es necesario
comprender que si cada uno tiene razón, “todas las verdades no son más que
semi-verdades”. Es la razón por la cual el Maestro pide a sus discípulos
olvidar las enseñanzas corrientes (plano material) para abordar la Iniciación.
(Es lo que Jesús definía como “tenéis que ser como niños”).
La explicación del
materialista está perfectamente de acuerdo con el plano que representa (estudio
físico), el espiritualista no está equivocado en sus exposiciones (puesto que
juzga con su mente), y en cuanto al ocultista, él trata de unir los dos juicios
en vez de destruirlos…Digamos ante todo que el término exacto de la segunda
categoría sería más bien idealista, pero por temor a no ser
comprendidos hemos indicado espiritualista lo cual, en
realidad es mucho más elevado, puesto que es el plano al cual hay que llegar y
el objetivo del Adepto. Existe una Ciencia Verdadera, inmutable, que es fácil
de encontrar en los escritos esotéricos y sobre la cual todos los hermetistas
deben basarse. Por lo tanto, sin estar “sujeto” a una “fraternidad” cualquiera,
llamarse Iniciado es seguir unas leyes muy bien definidas.
Las claves significan para estos Adeptos verdaderas palabras
de pase universales e independientes y sobre todo, por encima de todas las
“sociedades” más o menos secretas o asociaciones seudo-“iniciáticas” que puedan
existir…Pero hay que confesar también que los tres representan un peligro: el
materialista puede ser demasiado objetivo y negar todo; el espiritualista
pierde la imparcialidad consciente de su espíritu analizándolo todo desde su
punto de vista subjetivo; por último, el ocultista buscando la manera de
unificar la filosofía y la ciencia se pierde a veces por los derroteros de una
imaginación demasiado fértil…
Se acepte o no, estas tres personas
están constituidas por los mismos elementos, lo único que las diferencia son
sus principios vibratorios, que al ser diferentes, les impide ver de la misma
manera; pero si pudieran apelar a su SER Superior, las tres unánimemente se
pondrían de acuerdo, porque todo está bajo la dependencia de una LEY
UNICA. 76
Creemos poder citar aquí una estrofa
del célebre poeta inglés Pope:
“Larga cadena
cuyo centro ocupa el
hombre,
que de argolla en
argolla
une el átomo con
Dios,
y que descendiendo
a la par que se eleva
crece hasta el
infinito y
baja hasta la nada”.
De esta aserción se
deduce el problema de la UNIDAD de la MATERIA.
Proclamada por los
griegos, por los egipcios y hasta por civilizaciones más antiguas, esta
declaración no presenta hoy ya la menor duda. Dice el Abate Moreux: “No vale la
pena insistir; actualmente es reconocido que la materia es una y
que por lo tanto la transmutación de los elementos no es ni una paradoja ni una
quimera, sino una real posibilidad, y vuelvo a mi primera idea: es simplemente
maravilloso que los hombres que vivieron decenas de siglos antes que nosotros,
hayan emitido semejantes conclusiones”.
Sin embargo desde las
teorías del sueco Arrhenius que probaron que los átomos no eran indivisibles ni
formados de una sola pieza, se asestó un golpe a las teorías de los
simpatizantes de la Unidad primordial. . .
El dibujo muestra una experiencia muy simple que consiste en hacer pasar
corriente en una solución salina, lo cual permite ver inmediatamente las
partículas positivas de la solución posarse sobre el hilo de corriente
negativa, mientras que sobre el hilo positivo se forma un depósito de partículas
atómicas negativas.
Esta experiencia
prueba con estas partículas (átomos) que hay disociación de las moléculas de la
sal; en cuanto a las cargas eléctricas de dirección contraria, explican que el
átomo de cloro (primeramente neutro) crece como “entidad negativa” mientras que
el átomo de sodio (anteriormente neutro también) se convierte en positivo en
cuanto pierde esta “entidad negativa” de la que por su parte el átomo de cloro
se ha acrecentado. Por lo tanto existen partículas disociables en el átomo, las
cuales son intercambiables y se convierten en iones positivos o negativos.
No deberíamos
proseguir un estudio que pertenece a un curso elemental de física; sin embargo,
es conveniente que el estudiante de la Iniciación tenga algunas nociones de esto,
y, antes de ir más lejos vamos a citar los elementos de atomística, para lo
cual tomaremos las definiciones de Eduard Arnaud, Profesor de la Escuela
Central de París, quien ha dicho muy justamente: “La verdad pertenece al
Absoluto y será para siempre inexpresable e incognoscible. Descorrer el enigma
total del misterioso Cosmos en el cual nuestro planeta se encuentra perdido, y
que es un sueño irrealizable para nuestra humanidad, no sería más que conocer
un aspecto de la Verdad, el relativo a esta grandiosa manifestación; sería
conocer una obra del Arquitecto, pero no al ARQUITECTO”.
(Tomado del libro
“Los Grandes Mensajes” del Dr. Serge Raynaud de la Ferriere.)
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